Capitulo 1

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Cuando los días son soleados me pongo a pensar en lo que quiero para mí, pienso en lo que quiero de mi vida. Por dónde empezar, como construirla; Con quien.

—Hola mamá. Hola papá.

—Buenos días cariño —responden, cada uno plantando un respectivo beso en mi mejilla.

Papá tiene una compañía de relojes que hasta la fecha a resultado y mi mamá prepara comida para llevar. Todos los días vende hasta unas setenta órdenes, todo el día se la pasa metida en la cocina, no entiendo en verdad como es que le gusta.

— ¿Ya estás lista para tu graduación bombón? —preguntó mi madre.

—Uy si, súper lista —dije con sarcasmo, poco emotiva.

—Bombón... —comenzó a reprimirme —. Te has esforzado demasiado todos estos años, debería alegrarte una fiesta de graduación.

—Aprecio tus motivaciones mamá, pero sabes que no es lo mío.

— ¿Y qué es lo tuyo, cariño? —preguntó papá.

—Viajar papá, lo sabes... —dije medio molesta.

—Tienes razón, me los has dicho todo el año, pero después de que salgas podrás irte cariño, ya lo hablamos.

Mi padre es tan razonable, siempre; al final de todo, termina convenciéndome de que tiene la razón.

—Está bien papá —solo dije, sonriendo.

Un claxon sonó.

—Oh, es Ashley —tomé un trozo de pan tostado y les di un beso a mis padres.

—Adiós mamá, adiós papá. Los veo luego.

— ¡Dijiste que irías con Ashley a ver lo de sus vestidos! —dijo mamá gritando, ya cuando estaba en la puerta.

— ¡Es cierto! lo había olvidado —dije, sintiéndome torpe por no recordarlo.

—Ten, ten cariño —papá se acercó y saco de su bolsillo el dinero suficiente para poder pagar un elegante vestido.

—Gracias papi —le di un cálido abrazo.

—Ve cariño, no la hagas esperar —dijo, empujándome hacia afuera.

—Claro, adiós.


Su Nissan de Ashley nos cayó de milagro, sus padres se lo obsequiaron justo cuando más lo necesitábamos

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Su Nissan de Ashley nos cayó de milagro, sus padres se lo obsequiaron justo cuando más lo necesitábamos. Estábamos estudiando publicidad, los trabajos y las lluvias no se llevan muy bien que digamos.

—Al fin acabaremos amiga —expresó Ashley aliviada, recargando su cabello castaño claro en la cabecera de su asiento.

—Si bueno, sabemos que no solo ahí acaba nuestra vida, hay que conseguir trabajo y todo eso... —respondí, algo malhumorada por la idea.

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