los rayos del sol se escabullían a través de las cortinas de una fría habitación en plena madrugada, iluminando en parte el rostro de kwon hyuk, el cual se encontraba sentado al costado derecho de la cama, observando detenidamente a la chica que le acompañaba, su rostro denotaba serenidad, ternura, calidez y fragilidad, cosa que provoco una sonrisa en el pelinegro.
este puso pie sobre la alfombra y caminó hasta el baño.
se percató de si mismo un momento en el espejo, su ojo derecho aún estaba morado, había recibido una paliza la noche anterior. estúpidamente puso su mano sobre la zona afectada, provocando una breve reacción seguida de un breve quejido.
estaba hinchado, adolorido, aquel trabajo del dia pasado no había terminado siendo muy fructuoso.
kwon hyuk puso su mano detrás del espejo y halo hacia adelante, revelando un pequeño compartimiento repleto de medicinas y cremas, tomo un pequeño frasco.— jang siempre usa esta porquería conmigo. — pensó.
su inexperiencia con este tipo de cosas solo lo hizo sentir estúpido.
vertió un poco sobre la yema de su dedo indice y lo puso sobre su ojo.
hubo un quejido aún más severo que el anterior.
— ¡mierda! —.
aquél dolor solo le hizo recordar a sus cómplices, woo jiho y shin hyo sub. los cuales con mucho esfuerzo le habían convencido de salir a "trabajar" la noche anterior.
aquella fue una experiencia emocionante, tuvo su encanto, era algo que debía admitir, pero al momento de recibir varios porrazos propinados por la seguridad del lugar todo ese sentimiento se fue en picada.
volvió a molestarse con solo recordar las palabras con las que le convencieron: "mucho dinero, kwon".
no se encontraba en la mejor condición económica y debía salir adelante, asi que cualquier cosa era vista como una oportunidad.
— ¿ocupado? —
una suave voz que provenía del umbral de la puerta calmó a kwon hyuk, al parecer aquellos quejidos no pasaron desapercibidos para jang, la cual no pudo evitar soltar una carcajada al ver a su pareja con los dedos repletos de crema y un ojo morado.
— creí haberte explicado como usar eso. —
decía esta mientras se acercaba y arrebataba el frasco de las manos del pelinegro.
lo dejó sobre el lavamanos y tomo a kwon hyuk por la nuca, acercando su rostro hacia ella ya que su estatura no le ayudaba.
su dedo pasaba suavemente sobre la parte inferior del ojo de kwon hyuk, este se estremecía.
— no seas marica — musitó jang
kwon hyuk solo le observaba, no podía molestarse con aquellos mechones cafes y piel suave cual postre bañado en azúcar.
— listo — decía la chica mientras daba los toques finales.
kwon hyuk puso su mano sobre la zona afectada una vez mas, a lo cual jang respondió propinándole una bofetada en la muñeca.
la chica salió del cuarto de baño y se dirigió a la cocina, kwon hyuk volteó a verse al espejo una vez más.
tenía una cicatriz en su mejilla, moretones en los brazos, hasta llegó a creer que sus costillas estaban rotas.
volvió a abrir el compartimiento del espejo, y rebusco entre los frascos.
sacó una pistola.
la observó por unos segundos, segundos que a su parecer pasaban como horas.
simplemente pensaba, que si lo que hacía estaba bien, a veces quería simplemente dejar esta vida, estudiar, ser un ciudadano común, pero no era tan simple, esta era una de esas situaciones en las cuales el compromiso era más fuerte que cualquier otro deseo.
salió del baño y puso el arma sobre la cama.
tomo una chaqueta y unos pantalones, junto con sus botas.
jang le observaba desde la cocina con una expresión clara de descontento dibujada en su rostro.
kwon hyuk se dirigió hacia la cocina mientras guardaba su pistola en su chaqueta.
— deberías ser menos obvio — el desagrado de jang ante la situación ya se hacia presente en su tono de voz
kwon hyuk no dijo nada y procedió a sentarse junto a su pareja, esta comía cereal, al igual que él.
jang le observaba y este solo disfrutaba de su desayuno, pero estaba conciente de las acciones de la chica.
— solo dilo — musitó kwon hyuk.
jang sacó la cuchara de su boca y la dejó dentro de su plato, el cual estaba vacío.
— deberías dejar de hacer éstas cosas. —
— jang... —
— sé que ya hemos hablado de esto antes, pero no quiero ser la que tenga que comprar tu ataúd, sabes que un dia cruzaras por esa puerta con heridas que no podre curar con pomadas. —
el silencio se adueñó de la cocina.
un silencio que se vio interrumpido por el incesante ruido de un teléfono.
jang solo le miraba, mientras este tomaba el teléfono.
"Llamada entrante, Wo Jiho"
kwon hyuk tomó el teléfono.
— ¿que quieres? — el chico bajó la mirada mientras hablaba, aunque jang permaneció estática y atenta a cada palabra que éste dejaba salir de su boca.
"Kwon Hyuk, debes venir"
— Estaba esperando que dijeras esto. — kwon hyuk levantó su mirada hacía jang, la cual dejaba en claro su preocupación solo en su mirada.
kwon hyuk se detuvo por un momento.
"¿Sigues ahí Kwon?" jiho esperaba una respuesta.
jang se puso de pie después de unos segundos, tomó su plato y lo llevó a la cocina.
— que tienes para mi? —
"Sabes, un trabajo, lo de siempre. Entramos, salimos, simple."
— Ya veo. —
"¿Estas dentro?"
kwon se puso de pie y alejó su celular de su oido, no podia dejar de ver a jang, y con dificultad en su voz aceptó el trabajo.
— ¿donde éstas? —
jiho dio una dirección.
— allí estaré — colgó, mientras su mirada aún se centraba en jang.
— vete — dijo la chica con serenidad, su voz fue un corte seco en el ambiente.
verla así le dolia mas que cualquier golpe que un policía pudiese atinar, sus palabras eran como navajas y sus miradas balas de alto calibre.
— bien. —
kwon hyuk caminó hacía la puerta con desánimo, se detuvo un segundo antes de abrirla.
— te amo. —
no hubo una respuesta.
abrió la puerta, salió hacía el pasillo y luego la cerró, deteniéndose por unos segundos más para luego bajar las escaleras de su edificio.
al entrar en su auto miró hacía la ventana de su edificio, en busca de jang. pero solo las cortinas lograban verle.
dio marcha en reversa, y se dirigió hacia la direccion que woo jiho le había dado, la cual aún no le había quedado muy clara.
con todo el dolor en su pecho, este se dirigía a arriesgar su vida una vez mas.