En algo tenia que parecerme a papà.

One shot

En algo tenía que parecerme a papá... y es que, de algún modo, ya lo veía venir.

¡Sí! Desde que me puse atento a mis reacciones con tío Sasuke, no es normal que un niño mire asi a un adulto. Tampoco lo es que me interesara verlos juntos... hablo de mi padre y tío Sasuke, la aldea entera pegó un grito al cielo cuando lo dieron a notar, pero yo no.

Bueno, es que yo los vi desde antes, yo sabía de cada mirada, cada palabra, cada gesto especial para el otro. También escuché muchas pláticas y discusiones entre mamá y papá, entre tío Sasuke y tía Sakura. Y entonces... me obsesioné un poco con verlos.

Creí que era normal. Quizá solo estaba orgulloso de ver a mi padre finalmente feliz con la persona que siempre amó, pero luego, Sarada me lo dijo: "Ya deja de verlos asi, es incómodo... y raro." Me sentí mal cuando la escuché y solo desató una serie de pensamientos e ideas que revolvían mi cabeza.

¿Por qué miraba a mi padre asi? Es cierto, es extraño.

Sarada también miraba de vez en cuando a su padre platicar con el mío pero, su manera de verlo era con respeto, con duda o incluso un tanto apenada. Pero yo...

Es que papá abraza con una ternura tan grande la cintura de tío Sasuke. Le sonríe como si fuera el tesoro más valioso de todo el universo. Y besa su rostro, sus labios y su cuello como si temiera romperlo o quebrarlo, como si tío Sasuke fuera de cristal.

Aunque también disfrutaba los momentos en los que ambos luchaban uno contra el otro, usando su poder, sus habilidades, sus jutsus, siempre a la par. Era como ver dos fuerzas de la naturaleza chocando y entonces... en un mínimo movimiento, fundiéndose en el otro, como toda dualidad...

Poco a poco me fui dando cuenta que los miraba con ansias, con añoranza. Palabras que aprendí de Mitsuki. De alguna manera, él entendió lo que llevaba revuelto en mi cabeza.

-Estas esperando a alguien igual. –me había dicho un día luego de sorprenderme apareciendo detrás de mí. Justo cuando mi padre enlazó sus dedos con los de tío Sasuke en un simple gesto de cariño mientras hacia sus deberes como Hokage. Mitsuki se sentó a mi lado y me dedicó una de esas extrañas sonrisas tan suyas.

-Claro que no ¿de qué hablas, ttebasa? -negué nervioso. -¿Cómo me encontraste?

-No lo sé, solo... sentí que aquí estarías.

-¿Tan predecible soy?

-Claro que no, en realidad, nos has logrado impresionar varias veces. –me dijo inclinándose un poco para verme a la cara.

-¡¿Si?! Ya lo sé, ya lo sé.

-Pero últimamente has estado muy callado. Sé que eres un poco más serio ahora gracias a tus nuevas metas pero... ¿estás bien? –estas veces, Mitsuki no me miraba, siempre buscaba evitarme. –De alguna manera... creo que no lo estas.

-... ¡Estoy bien, ttebasa! Solo ando de pensativo, es todo.

-¿En qué piensas?

-En... nada en particular... -pujó levemente pero pude escucharlo. Extrañamente, Mitsuki mostraba muchas muecas solo conmigo. –Tengo problemas existenciales, ttebasa. Pero estoy bien. –le dediqué una sonrisa amable dando unos leves golpecitos a mi lado para invitarle a sentarse. -¿Tu padre tiene esposa? –le pregunté tratando de descartar el tema, me hacía sentir extraño que habláramos asi, de cosas tan importantes, es como si... estuviera desnudo frente a él.

-Eso es un secreto que aun no me confía.

-¿Ah? –eso me pareció raro. -¿Cómo es eso? ¿No habla contigo, ttebasa?