Casi por descuido miró en derredor. La oscuridad era impecable, solo la luna se alzaba sobre su cabeza: brillante y peligrosa. Recordó vagamente lo que sucedió antes de desmayarse, mas aún no tuvo el valor suficiente para aceptarlo. Todo era su culpa, es muy cierto, pero aquello que vieron sus ojos...era inaudito.
Su iris morada y amarilla a la vez se dilató cuando sintió "alguien" detrás suyo. Respiraba de a pocos y parecía estar en silencio admirándolo. No quiso dar la vuelta para encarar a "aquella persona" porque muy en el fondo sabía quien era. Sin siquiera esperar respuesta de la otra persona, arrugo su semblante mirando la fría pared donde su jaula yacía empotrada.
-Es muy triste lo que sucedió hoy con tu amigo.- La voz joven del otro lado desconcertó al menor. El albino, esta vez, no pudo reconocer de quién se trataba, imaginó a Fitzgerald o algún aliado de The Guild...pero aquella enigmática voz no le pertenecía a nadie que haya conocido hasta ahora. La persona, atrás de él, prefirió guardar silencio.-No tienes nada que temer, Atsushi. No estoy del lado de nadie.
Con violencia, giró hacia el otro lado encontrándose con un joven de mirada triste. Traía puesta una gorra blanca y unas ropas casi del mismo tono. Parecía muy joven, casi de la misma edad de él mismo, aunque su voz desconcertaba un poco. No quiso sacar conclusiones muy pronto hasta saber la naturaleza de aquel individuo. Podía estarle mintiendo y quizás él no se habría dado cuenta nunca.
-¿Quién eres tú?- Le dijo Atsushi pegando su rostro contra los barrotes de la jaula. El joven no se inmuto por ningún motivo. Es más, se levanto del suelo donde se hallaba para dirigirse a la única ventana de la habitación. Casi con benevolencia admiro la luna por unos segundos, como si le suplicará un rezo sin destinatario.
-Soy una persona que busca la paz entre estos tres bandos; sin embargo, no puedo asegurarte que sea tu aliado.-Dijo el joven con una mueca que se confundía con una sonrisa. Atsushi no entendió su comportamiento hasta que notó que la puerta de su jaula estaba abierta. Con las esperanzas ardiendo en su ser, decidió salir no sin antes visualizar al joven que le salvó la vida. Más el joven no se acercó para nada a él, parecía como si tratara que Atsushi no lo tocará.- Vete, busca a Dazai y derrota a Fitzgerald. Es un camino muy largo, pero confío en ti. Sé el guiador del libro pero que caiga en manos equivocadas.
Atsushi lo miró decidido. Estaba a punto de marcharse hasta que dió una vuelta atrás para observar al joven que aún miraba la luna perdidamente. Levantó la voz y dirigió su mirada hacia él.
-Dime tu nombre.-Le reclamó el albino con una desinteresada pero fuerte sonrisa. El joven, inexpresivo, giró hacia un lado.
-Me llamo Fyodor, Fyodor Dostoevsky.
ESTÁS LEYENDO
Pasado
FanficLa solidez de un corazón no es suficiente. A veces, lo único que quiere un corazón marchito es ser escuchado y entendido. Sin embargo, una flor que crece en la oscuridad....debe permanecer en la oscuridad.