Mientras Izayoi llevaba a la chica en brazo, mientras escapaban, ella no podía evitar reparar en sus facciones, sus orbes violetas, su cabello rubio, su piel blanca, la fuerza y firmeza gentil en su agarre. Sin darse cuenta, su mirada comenzó a bajar de sus facciones a su cuello, y de allí lentamente a lo que se veía de su pecho, y al darse cuenta, se sonrojo inmediatamente, apartando la mirada a sus propias manos, rogando porque él no la hubiera visto.
- ¡Listo! –
La voz de Izayoi obligo a la chica a salir de sus pensamiento dándose cuenta que la estaba dejando en un sofá, tardo unos segundo en asimilar que parecía ser su casa ¿En qué momento la había llevado allí?
- ¡Wou! ¡¡Vaya lluvia!! ... -
- Etto... - se puso de pie, saliendo de su letargo, poniéndose en posición de guardia. - ¿Quién eres y que quieres? ¿Por qué me trajiste aquí? –
- Bueno, soy Izayoi Sakamaki, por ahora lo único que quiero es que aceptes la toalla... - Ella se dio cuenta de la toalla que le ofrecía. – Y te traje aquí, porque no es como si tuviéramos tiempo para preguntarte donde era tu casa e ir a dejarte, en medio de todo ¿no? –
- Ah... cierto... Lo siento. – Tomo la toalla que le ofrecía, algo avergonzada por su comportamiento. – Gracias... -
- ... - Cosa que a él le pareció dulce y simpático, arrancándole una sonrisa... Una sincera. – De nada. –
En un extraño silencio, ambos comenzaron a secarse el cabello, para cuando ella estaba terminando de secar su largo cabello, se dio cuenta de algo...
- ¡¿Pe-pero que haces?! – Su voz espabilo al rubio, mirando, viéndola de espaldas a él, con la cara cubierta. -
- ¿Eh? ¿De qué hablas? –
- ¡T-te-te sa-sacaste la polera! ¡¿Po-porque?! –
- Porque estaba húmeda y no me apetece el frio, si te soy sincero... -
- Pe-pero no tenías que cambiarte aquí. – Ella había dejado de taparse la cara, pero seguía sin mirarle. - ¿e-es tu casa, no? Podrías ir a tu pieza... -
- Mmm... -
Él no dijo nada, ella tenía razón, pero más que eso, seguía algo frustrado... En una situación normal, quizás la hubiera dejado sola, la hubiera dejado cuando ya estuvieran lejos de la persecución, cada uno por su camino, no tenía por qué llevarla hasta allí, hasta su casa... Pero sencillamente había sido inevitable, sentir su cuerpo contra el propio le había enviado una sensación de calidez a todo el cuerpo, como la que hace tiempo lo sentía... Ya casi había olvidado que era.
Y, siendo sinceros, la chica era condenadamente sexy, sus piernas, su piel blanca, sus mejillas levemente sonrosadas, sus orbes tímidos e inocentes, sus labios... Diablos, sus labios le estaban llamando a gritos, pero iba en contra de todo su sentidos, lógica y ética, besar a una chica que recién conocía... Ya, si, era reconocido como un pervertido, pero de ahí a besarla cuando llevaban poco menos de 1 hora conociéndose, no, no, claro que no... Aún sí le llamaba a gritos.
- ¿Cómo te llamas, niña? –
- ¡No soy una niña! – La castaña hizo un mohín, mirándolo con el ceño fruncido. – ¡Tengo 21! ¡NO soy UNA NIÑA! –
- ... Pff... - Una leve risa se le escapo. – Vale, vale... ¿Cómo te llamas, señorita "No soy una niña"? –
- Nadja, Nadja Uchiha... -
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¿Amor entre asesinos?
FanfictionIzayoi Sakamaki x OC El personaje "Izayoi Sakamaki" pertenece a su creador, el autor del manga "Mondaiji-tachi ga isekai kara kuru sou desu yo?" Historia basado vagamente en la trama de "sr. y sra. Smith"