[E] Kiss Me Like Nobody's Watching (Saga: Out Of The Woods)

Capítulo 1

Drew

La casa se estaba volviendo un caos, no había otra palabra para definirlo. Yo con mis nueve años podía notar como todo iba cambiando. Las personas corrían de un lado a otro mientras el abuelo y yo nos quedábamos fuera del camino para no estorbar a nadie. Después de todo, ¿Qué podían hacer dos hombres, un viejo y un niño, cuando se trata de cuidar un bebe? Solo apartarse del camino de las mujeres experimentadas, por supuesto.

Digamos que pasar de ser el centro de atención de la casa a un segundo plano me afecto, me afecto de sobremanera. Los celos me superaban. Y en realidad, nadie me ponía en segundo lugar, sin embargo, no podía evitar sentirme de esa forma mientras observaba a todos ponerle atención a la recién llegada.

Melissa, mi abuela, mi tutora, la persona que me adopto, apenas notaba mi presencia después de agotadoras horas haciéndose cargo de su nueva nieta. Movilizaba a todas las mujeres del servicio cada vez que la bebe lloraba.

Intente recordar si había sido de esa manera cuando ella me adopto a mí, más allá de que yo tenía tres años cuando me encontraron y me llevaron con ellos, algo recordaba. Y desde entonces yo era el centro de atención de todos. Cada persona de la casa se aseguraba de que no me faltara nada, de que estuviera satisfecho y nadie me contradecía a pesar de ser un niño. Cosa que no le gustaba al abuelo, ya que temía que me volviera un engreído caprichoso. Él se aseguraba de enseñarme cuales eran los límites y que, si quería algo, debía moverme yo mismo para conseguirlo.

Hasta ahí todo bien. Aprendía lo que el abuelo Gilbert me enseñaba y me acurrucaba en los cariñosos brazos de la abuela. Tenía todo lo que quería. No podía pedir nada más. No quería que las cosas cambiaran nunca. Sin embargo, lo hicieron.

No podía ser en peor momento. ¿Por qué quien quiere que arruinen sus vacaciones? Eso fue lo que paso.

Ahí estaba, mis abuelos y yo disfrutando de unas estupendas vacaciones como cada año, en la misma playa de siempre, con los mismos vecinos de siempre. Conocía los alrededores, aunque no podía alejarme mucho ya que era solo un niño; visitaba a mis amigos, nos reuníamos en las tardes en sus casas o en la mía y tomábamos limonada o jugábamos en la arena hasta la hora de cenar.

La tarde en que todo cambio, yo estaba en la casa de uno de mis amigos, mis abuelos me avisaron que pasarían por mi luego de volver del supermercado. Y jamás espere que trajeran consigo algo más que víveres. Para empezar, me pareció raro que se tomaran tanto tiempo en regresar, estaba planteándome volver solo a la casa de playa cuando el abuelo apareció. Subí al coche y noté que iba nervioso, pero son cosas que de niño no les das demasiada importancia. Que tardara en pasar a recogerme en aquellos días, significaba más tiempo para jugar. Ver al abuelo nervioso significaba problemas de adultos.

Entonces llegamos a casa luego de un silencioso viaje y note que la abuela no estaba por ninguna parte. Gilbert me pregunto si podía ser un niño valiente y quedarme por una hora solo en la casa. Nunca fui miedoso, y menos en aquel momento, así que acepté. No me importo.

— Hay comida sobre la mesa, ¿Estarás bien, Drew? —pregunto viéndose preocupado. — Odio tener que dejarte solo, pero tu abuela y yo tenemos un asunto que atender.

— ¿La abuela está bien?

— Ella está perfectamente.

Eso era todo lo que necesitaba oír. Convencí al abuelo de que podía cuidarme bien solo y se fue. Rápidamente fui a la cocina, tome la caja con la pizza caliente que había allí y la lleve a la sala. Un minuto estaba mirando la televisión mientras comía y al siguiente, estaba siendo cargado hacia mi habitación. Estaba tan adormilado que no me fije en lo que sucedía a mi alrededor, sino hubiera visto a mi abuela observándome desde el otro extremo de la habitación y que tenía un bulto entre sus brazos. También hubiera notado que eran las dos de la mañana, y que en realidad ellos se habían ausentado seis horas, y no una.