Drew
Era el fin del año escolar y mis amigos y yo andábamos en el coche del único de nosotros que tenía licencia para conducir. El coche estaba lleno, íbamos apretados unos contra otros o unos iban sentados sobre otros. A pesar de la incomodidad la diversión no paraba y la música a todo volumen hacia que nuestros oídos zumbaran. Sabíamos que nos podía detener la policía y estaríamos en problemas por un montón de razones, sin embargo, era lo que menos nos importaba.
Bajábamos del auto para meternos en otras escuelas que daban los bailes de último año, bebíamos, bailábamos, hacíamos ruido y luego nos íbamos antes de que nos echaran. Corríamos entre risas hacia el auto y nos metíamos dentro tan rápido como podíamos. El conductor, John, mi mejor amigo, arrancaba a toda velocidad, como si nos persiguieran, no importaba si los pies de alguien sobresalían por la ventana, él conducía.
— Estás loco —grite sobre la música.
— Así es más divertido —respondió él entre risas.
La chica sentada sobre mi sonrió ante la respuesta de mi amigo antes de incrustar sus labios en los míos. Respondí a su beso que pronto se puso demasiado caliente. Ignoramos los gritos de todos y los seguimos en la siguiente parada. Ella corrió conmigo de la mano y bailamos bajo las luces en la pista. No recordaba su nombre, no obstante, no parecía importar.
Ella me besaba, manoseaba, bailaba sucio y yo le seguía el juego. Son cosas a las que no les das demasiada importancia cuando tienes quince años. Simplemente es bueno que las chicas se te acerquen como gatitos ronroneantes.
Un montón de rollos de papel higiénico volaron sobre nuestras cabezas y los observamos ir de un lado a otro mientras los integrantes de la escuela se preguntaban de donde habíamos salido. Mis amigos crearon guirnaldas de papel que colgaban de las luces antes de que una autoridad comenzara a cuestionar de donde habíamos salido.
Uno de mis amigos vacío una lata de cerveza sobre su cabeza antes de comenzar a correr hacia la salida; poco a poco lo seguimos. Cuando llegábamos al coche, entre risas y respiraciones entrecortadas, sentíamos que estábamos al borde de la vida. En la mejor parte. Sentíamos nuestros pechos arder y nuestros corazones a punto de explotar. Y estaba bien.
Debería estar en casa, pensé. Y no me importaba realmente. Porque sabía que mis abuelos creían que estaba durmiendo. La puerta de mi habitación estaba cerrada con llave y sabía que nadie se molestaría en abrir si no contestaba. Ya era demasiado tarde por la noche como para que alguien tuviera que despertarme por lo que fuera.
Nos metimos en tres escuelas más antes de darnos cuenta que estábamos demasiado cansados. Ninguno quería admitirlo, pero lo estábamos.
— Solo una más, está muy cerca —grito John por encima de la música.
Esta vez nos mezclamos con los alumnos y nos movimos con más tranquilidad. Poco a poco nuestras energías iban acabando, sin importar cuanto bebiéramos o que consumiéramos. Muchos de mis amigos tenían los ojos rojos por las drogas y muchos de ellos estaban borrachos al mismo tiempo.
Yo disfrutaba todo de la misma manera después de haber bebido lo suficiente para estar lucido. No podía volver a casa en un estado en el que me sería difícil abrir los ojos a la mañana siguiente. Sabía que tenía obligaciones, aunque el año escolar terminara. Seguía siendo responsable.
Fui al baño y cuando salí vi a la chica que había estado besando antes enredada con uno de los graduados de aquella escuela. Y no me importo.
Camine sin rumbo entre los estudiantes, observando a las chicas mayores en sus extravagantes vestidos bailando entre ellas a la espera de que algún chico las tomara de la mano y la aceptara como pareja.
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[E] Kiss Me Like Nobody's Watching (Saga: Out Of The Woods)
Teen Fiction~ Parte extra de mi saga Out Of The Woods ~ Jackie y Drew se conocieron el día que ella consiguió trabajo como la sirvienta de Alice (la hermanastra de Drew y la persona que él mas detesta en el mundo), sus personalidades chocaron al instante. Él se...