Parte 50: La llamada.

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NOTA: Hola a todos, les habla la escritora. Quisiera pedirles, por favor, que voten en cada capítulo si es que están leyendo la historia, para saber si les gusta y si les va a seguir gustando. Me ayudarían mucho y a la historia también, así que no se olviden de dejar su voto y, si desean, su comentario. No a los lectores fantasmas :( 

***

Leer nota de la autora al final.

MINIMARATÓN 2/3:

***

Narra Angela:

—¡Oh, Angelita! ¡Lo has hecho muy bien! 

«Gracias por avergonzarme aún más, maestra Reese», pienso para mis adentros.

—Hey, tranquila. La maestra tiene razón —Ethan me guiña el ojo.

—Gracias, pero no puedo dejar de pensar en mañana. ¿Qué tal si caigo del escenario u olvido alguna línea?

—Y te ayudaré. Si te caes, te levantaré; si olvidas alguna línea, improvisaré para salvarte. No te preocupes —me acaricia la mejilla.

—Parece que se han enamorado, niños —la maestra pelirroja nos coge de ambos hombros—. Ya sabía que tarde o temprano sucedería. Los he visto juntos desde que eran pequeñitos. ¡Oh... qué buenas épocas, en las que apenas tenía treinta y cinco!

—Pero si sigue igual de joven y hermosa, señorita Reese —Ethan la elogia, generando que la maestra se ruborice.

—Siempre tan halagador, joven Gray —se coloca en frente, sonriendo de oreja a oreja, resaltando sus anaranjadas pecas—. Bueno, no me queda nada más que felicitarlos. Hacen una linda pareja, mis pequeños.

Seguido de sus tan profundas palabras, nos abraza como si no hubiese un mañana. Yo asomo mi cabeza por un hombro, y Ethan por el otro. Nos vemos a través de su enrulado cabello color zanahoria.

Él, para hacerme reír, hace un gesto como si dijera "está loca". Suelto una risita burlona.

—Hemos finalizado con el ensayo de hoy, y déjenme decirles que estoy orgullosa de lo que han logrado. Querida —se aleja y me sujeta de una mano—. Te estás desenvolviendo más, y lo haces fabuloso, arrasarás con el escenario. Ahora tú, guapo —ahora le sujeta la mano a Ethan—. Creo que ya sabes lo que pienso de ti. Fantástico. Eres un muy buen actor.

—Por supuesto que lo sé —contesta presumido—. De cualquier forma gracias.

—Gracias por tantas lindas palabras, señorita Reese —susurro agudamente.

—Ha sido un gusto. ¡Ah! No olviden, mis niños, que todo empieza con ustedes sentados en el parque, y termina con un abrazo. No besos ni caricias fuera de lo normal. Recuerden que habrán muchos padres de familia, maestros, el director, el subdirector, y todos los alumnos de secundaria, que son bastantes. Tienen que dar lo mejor de sí para que sea la mejor actuación de teatro que alguna vez vayan a presenciar en sus vidas. Sin presión.

—Sin presión —repito en voz baja.

¡¿Sin presión?! ¡¿Luego de todo lo que nos ha dicho?! Siento que he palidecido, y me he quedado muda. Creo que es obvio que sufro de pánico escénico, y mucho peor ahora que nos verán después de todo lo que pasamos... ¡Después de que me vieron desnuda!

—Ethan, no puedo hacerlo —musito temblorosa, mientras él me lleva a las bancas de la mano.

—¿Qué no puedes...? ¿La actuación? —frunce el ceño.

Di que me amas, por favor (Editando) » COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora