[E] Kiss Me Like Nobody's Watching (Saga: Out Of The Woods)

Capítulo 12

Jack

Desperté luego de un maravilloso sueño con una sensación de pesadez que no podía explicar, además de que por alguna razón había olvidado las cortinas abiertas y el sol me daba directamente en la cara. Me dolía abrir los ojos.

— Jack, cierra la ventana —dijo una voz somnolienta contra mi oído.

No hay forma de que pueda describir la sensación de mi corazón saltando espantado en mi pecho. Como mi cuerpo se tensó al reconocer el peso que caía sobre mí. Mis ojos casi se llenaron de lágrimas ante la desesperación del momento.

Me moví alejándome del cuerpo de Drew, pero él me sostenía fuertemente por la cintura, acoplando mi cuerpo al suyo.

— Quédate quieta, mujer, tengo una resaca horrible —comento malhumorado. Su mano se deslizo por mi cuerpo y acaricio mi pecho como si fuera lo más natural del mundo.

— Drew, déjame irme —le ordene muy molesta.

Clave mis uñas en sus manos y brazos hasta que logre liberarme de su agarre. Salte fuera de la cama y ordene mi uniforme, se veía horrible, todo arrugado.

— ¿Qué te pasa ahora? —pregunto intentando mirarme, afortunadamente no podía abrir los ojos porque la luz del sol le daba directamente.

— ¿Qué me pasa a mí? ¿Qué te pasa a ti? Puede que hayas estado demasiado borracho como para olvidar que tienes una novia...

— Otra vez con eso —gruño dejándose caer sobre la almohada con un brazo sobre la cabeza.

— Así que lo recuerdas —dije con amargura.

— ¡No hice nada malo!

— No puedo creer que lo dijeras.

— No quiero discutir contigo lo que está bien y lo que está mal. Yo puedo hacer lo que se me dé la maldita gana, ¿Oíste? Soy quien manda aquí, y tu simplemente obedeces.

Mi pecho dolía al oír aquella comparación. La había escuchado tantas veces antes, pero por alguna razón de repente comenzó a afectarme.

— Eso no te da derecho de hacer conmigo lo que te dé la gana. Hay límites —dije intentando pensar con claridad.

— ¿Por qué siempre termino volviendo a ti? —gruño molesto. Se sentó al borde de la cama y se agarró la cabeza.

No era momento, pero no pude evitar observar su ancha y musculosa espalda. Si no fuera él... Si tan solo fuera alguien más... Yo podría tocar aquella piel.

— No sé porque lo haces —murmure.

— No puedo ni mirarte sin querer traerte aquí... No sé porque me siento así contigo —confeso.

Apreté los dientes y caminé hasta ponerme frente a él.

— ¿Quieres que te diga cuál es tu problema? —exclame atrayendo totalmente su atención. — Tú quieres tener a todas las chicas que te atraen, y no podrás vivir en paz hasta que no me tengas a mí también. Ese es el maldito problema contigo. Y déjame decirte algo, Drew, eso no va a pasar. No vas a tenerme a mí también rogando por ti como el resto de las chicas que va detrás de ti.

Esperaba que se enfadara, sin embargo, su expresión de confusión no cambio.

— No creo que sea eso...

— Acéptalo, Drew —lo interrumpí. — Acéptalo y supéralo antes de que arruines la relación que tienes con Lauren.

— ¿Por qué sigues recordándomela?