~La importancia de una madre~(FINAL)

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1 de Junio

Respuesta de Laura.

¿Qué sabes tú de la ausencia? ¿Crees que una persona puede reemplazar a otra?

Sí, tengo a mi papá. Sí, tengo un hermano mayor. ¿Y qué? tenía una madre que no está más aquí. ¿Entiendes lo que quiere decir eso? ¿No? Entonces es fácil, vas a hacer exactamente lo que te digo: cierra los ojos...

Cerré los ojos. Idiota. No podía leer. ¡Primero era necesario que llegara hasta el fin de las instrucciones y DESPÚES que cerrara los ojos!

Cierra los ojos. Imagínate que tu mamá no está más ahí, pero que de verdad no está más. No que se fue de viaje o a la peluquería, no que se divorció de tu papá y vive con otro hombre; no, no está más, definitivamente, por el resto de tu vida.

Y tú, tú estás vivo...

Te levantas: en una décima de segundos recuerdas que ella no vendrá a asegurarse de que tomaste tu desayuno antes de irte al colegio, y de repente el día te parece desprovisto de interés; y sin embargo hay que vivirlo, a pesar de todo.

Vuelves: sabes que es inútil esperar que te diga que vayas a hacer los deberes, eso no va a ocurrir nunca más, así que hay que tener paciencia para que las horas se desgranen, que llegue la noche, después la mañana siguiente.

Ves un pantalón o una camiseta en una vidriera y te dices "¿Le gustará a mamá?" y de inmediato te acuerdas que nunca sabrás la respuesta.

Te duelen las muelas. No es terrible, pero el dolor de muelas, no sabes por qué,no lo soportas y hay una sol apersona que siempre pudo tranquilizarte. Y esa persona ya no está más aquí.

Y no es lo peor. Lo peor es que el tiempo pasa y está lleno de vacío, de ese vacío que ella dejó, inmenso, imposible de rellenar. Yo voy a crecer y ella no lo sabrá. Ya no voy a compartir con ella absolutamente nada más. Si un día tengo hijos, no los va a conocer. Para ellos será una desconocida, cuya foto mirarán cada tanto sin entender verdaderamente que esa señora de sonrisa nostálgica no es otra persona que su abuela. Cuando pienso en eso, me dan ganas de tirarme por la ventana...

Antes, de noche, cuando la casa estaba en silencio, yo podía pensar que estaba sola, pero sabía bien que no era así. En cada cuarto había una lámpara encendida y alguien estaba levantado, alguien que siempre había estado junto a mí, al lado de quien yo había crecido, día tras día, y estaba tan convencida de que eso no tendría fin... o por lo menos de que duraría mucho tiempo más, mucho, mucho tiempo. Y sin embargo, todo puede derrumbarse, de un solo golpe.

Tenía la garganta seca. Nunca había reflexionado sobre esa clase de cosas. Cuando no lo afectan a uno... Y además, vista desde afuera, la muerte parece simple: las personas son desgraciadas, se visten de negro, van al cementerio, dejan flores sobre las tumbas, y pasa el tiempo.

Ahora sé que es mucho más terrible, el vacío, la ausencia para el resto de la vida, eso es lo que Laura me trata de explicar, y entonces me agarra un vértigo y una especie de náusea me sube desde el estómago.

Agarré una hoja en blanco y escribí palabras que nunca hubiera imaginado que podría escribir:


Amiga mía:

Tú, tú estás aquí.

Creo que entendí.

Resiste.

Jeremías


El misterio de la agendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora