Sonó mi tono de llamada. ¿Quién llamará a estas horas? Cogí el móvil adormilada y miré la pantalla con un ojo abierto. Era Carrasco.
—¿Qué quieres? Estaba muy bien dormida —susurré con la voz ronca.
—Son las once de la mañana —rió.
—Eso es muy pronto todavía, ¿puedo volver a dormir?
—De eso nada, levántate y mueve ese culo que tienes
Bostecé y me levanté de la cama.
—Quería seguir durmiendo —susurré bajando las escaleras.
—Pues no vas a poder.
—Te quiero, pero no me hagas esto más por favor —susurré bostezando por segunda vez.
Dejé el móvil en la mesa y puse le altavoz.
—Vale. Al final ¿vas a ir a ver el partido en la casa de Koke? —preguntó.
—Sí. A lo primero, me llamó zorra y que no sé qué que no quería verte sufrir como lo hiciste con la otra chica —dije cogiendo un tazón.
Lo llené de leche y eché Trésor. Son unos cereales rellenos de chocolate. Estaba buenísimos.
—¿Pero arreglado?
—No sé, me dijo que podía ir a su casa. A las ocho y cuarto y no sé como ir.
—Para eso está Google Maps.
—Lo miraré ahí —me encogí de hombros—. ¿Y qué haces?—
—Estoy entrenando, pero me estoy tomando un descanso para hablar contigo.
—Seguro... —dije divertida.
—Es verdad, todos están tomando agua para refrescarse.
—Vale, vale.
—Bueno, te quiero. Voy a volver a entrenar.
—Te quiero. Hasta luego.
Colgué y terminé de desayunar. Me tomé el Ibuprofeno y subí arriba.
Quería dar un vuelta por aquí, para conocer un poco todo esto. Me quité la camisa y me puse una camiseta blanca de media manga y de cuello redondeado que lo combine con unos leggings negros jaspeados y elásticos. Hacía un poco de frío todas las mañanas, así que cogí un cárdigan blanco, pero no blanco del todo, como un blanco roto. Y por último, me puse unas deportivas.
Y ya estaba preparada. Caminé hasta el baño y me maquillé solo el corrector, máscara de pestañas y un poco de pintalabios. Me peiné el pelo en una cola alta y caminé hasta mi habitación. Cogí un pequeño monedero y guardé las llaves y un poco de dinero, como 20 €. Bajé abajo y cogí mi móvil.
Salí a la calle y miré hacia la derecha e izquierda. Caminé por la izquierda, subí todo el Paseo y continué. No me sabía las calles, pero siempre podía preguntar.
*****
No sé cuánto tiempo llevo caminando y todas las personas se me quedaban mirando.
Sé que estoy por Sol, porque hace un momento estuve en la plaza, pero no sé quería darme un paseo muy largo. Miré la calle donde estaba y era la Calle de la Montera. Había un hotel, farmacias, cafeterías...
Seguí caminando todo recto hasta la estación de metro Gran Vía. Me desvié hasta estar en la calle Hortaleza. Seguí andando por esa calle y viendo las tiendas hasta que una persona se me acercó.
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Amor por el fútbol 〈Yannick Carrasco〉
FanficSilvia Corberó, una fotógrafa humilde y sin mucho que contar. Con 19 acabó la carrera de fotógrafa, y compró una pequeña tienda en el centro de Madrid, y empezó a trabajar. Ella no esperó que se enamorara por ir a un partido de fútbol. Por...