Capitulo cuatro - Oportunidad

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-Anteriormente-

En el almuerzo se fue hacia unos árboles donde se sentó allí para empezar a leer pacíficamente, escucho unas pisadas pero no les timo importancia -Crei que estarías en la cafetería, Lizzy...- ella levanto la mirada de su libro encontrando

-Continuamos-

Pequeñas lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos -Na..Nana!- se levantó y la abrazo haciendo que ambas cayeran al suelo y seguido empezarán a reír -Pero... Como? No estabas - esta la interrumpió

-En coma? Si... Pero mirame aquí estoy!- dijo riendo para seguido intentar levantarse y fallar sosteniéndose de unas muletas que andaba con ella -Bueno... No en todos mis sentidos, claro- dijo con cierta mueca.

Lizzy la miraba sin creer que había despertado, 3 años sin ella fueron difíciles, muchas noches donde encajaba esa navaja queriendo desaparecer, noches dejando salir lágrimas sin alguien que la consolara. Lizzy se limpió las lágrimas para seguido sonreír abiertamente y abrazarla -Crei que ... Que no volverías- dijo con amargura

Escucho un chasquido de lengua de parte de la chica castaña -Oye, jamas me perderas, de acuerdo?- dijo separándose, una escena conmovedora para unos, otros solo las ignoraban y otros las miraban con recelo.

Lucía se encontraba hablando por teléfono con su madre, pidiendo permiso para llevar a Lizzy con ella a casa, ella asintió, se despidió y colgó volviéndose hacia Lizzy y sonreír -Dijo que si- Lizzy suspiro de alivio y la abrazo -Bueno mucho cariño, no crees?- espeto Nana con una mueca, Lizzy río y se separó empezando a caminar junto a su amiga directo a la casa de la castaña.

Al llegar ambas fueron bienvenidas por la madre de Lucía, al llegar a la sala de estar se encontró al hermano menor de Lucía, Miguel, un niño de 12 años el cual se podría decir que era un mal educado y mal hablado, pero a Lizzy le caía extrañamente bien.

Durante la cena Lucía no dejaba de hablar contando todo lo que vio mientras estaba en coma, ella lo consideraba fascinante mientras Lizzy no lo veía así, sintió su móvil temblar en el bolsillo de su pantalón dando a saber que era un mensaje al abrirlo se dio cuenta que era de su hermano.

De: Kevin

-Donde estas? Me tienes preocupado Lizzy!! Por favor dame la dirección y voy por vos es tarde y de noche Madrid no es seguro... Por favor, Lizzy dime donde estás T.T-

Lizzy se culpo al olvidar a su hermano y le respondió dándole la dirección de la casa de su amiga para después bloquearlo y volver a la conversación

-Lizzy no hay algo que debas decirme?- pregunto Nana sabiendo que su amiga azulada le ocultaba algo

-Kevin volvió a casa... Y esta comprometido- respondió con cierta tristeza, Nana sabía de los sentimientos incestuosos de ella hacia su hermano y se le acercó para abrazarla.

-Oh, ya ya, mi hermosa princesa- dijo confortándola y Lizzy dejo salir una pequeña risa mientras una sonrisa salía de sus labios, en ese momento sonó el timbre, la mamá de la castaña de disculpo y fue a atender la puerta -Bien, muñecas- dijo Nana sería, ella sabía de los problemas de Lizzy y de las autolesiones de esta.

Lizzy suspiro y levantó las mangas de ambas manos dejando ver las heridas expuestas, Nana tapó su boca horrorizada, las muñecas estaban peor de lo que creía, la llegada del hermano de su amiga le afectó bastante evidentemente, habían cortes profundos y se notaba que lo hizo de forma lenta -Lizzy... Tanto te- dijo levantando la mirada encontrado la de su amiga con la de ella, Nana miro sobre el hombro de Lizzy y se asustó ahí, estático se encontraba Kevin, palidecido al ver las muñecas de su hermana, pensar en el hecho que un chico la hizo herirse a si misma le enfermo, sin ni siquiera saber que era por él, por la chica con la que prometió casarse, por la antigua culpa de perder a su única amiga... No el no podia saber eso, no vivió con ella esos 10 años que se fue del país a estudiar a otro lugar.

Forbiden Love [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora