Capítulo 1.

2 0 0
                                    




Hola, mi nombre es  Jean y soy psicóloga.

Odio mi trabajo, pero dime, ¿quién no?

Hubo un tiempo en el que los psicólogos tratabamos de ayudar a nuestros pacientes, hasta que nos dimos cuenta de que había cosas más excitantes que hacer con ellos, como inflarles el ego, introducirlos en una horrible depresión o simplemente, hacer que exploten.

Yo decidí hacer lo último, tal vez por placer, o simplemente porque estoy harta de los idiotas millonaros que creen tener problemas, como si el hecho de que papi no te haya comprado un auto nuevo fuera merito de venir conmigo. Y no sé, tal vez los verdaderos locos somos nosotros.

Actualmente tengo 27 años y será mejor no decir donde resido.

Si mi trabajo no fuera tan aburrido, monotono y nada satisfactorio jamás hubiera llegado a este punto.

Soy psicóloga del 'Lakeshore Psychiatric Hospital', o al menos eso era, antes de que decidieran que no soy lo suficientemente competente para este trabajo, estúpidos.

Ahora trabajo como psicóloga de grandes empresarios, puesto que no soy lo suficientemente competente para un hospital psiquiátrico como Lakeshore.

Hace un año que comencé con esto, y realmente es abrumador e incluso resulta un poco estresante como mis pacientes llegan con problemas tan simples como una ruptura amorosa, una violación o simplemente la muerte de una mascota.

Y si ellos creen que esos son problemas conmigo sabrán como es el infierno.

No recuerdo cuantas personas han sentido eso, no recuerdo sus rostros, sus voces incluso a veces olvido hasta sus nombres, lo único que sé es que hasta ahora he logrado degradar la vida de, no sé ¿20? ¿30? ¿40 personas?

No siento remordimiento alguno, ellos lo tenían merecido, creen que son los únicos que nos pueden sacar de la mediocridad, que sin ellos nos encontramos en naúfragio, que ellos son la luz de esta generación y las siguientes, creen que lo merecen todo, pero lo único que tienen merecido es la muerte, cosa que estoy encantada de facilitarles.

Y si, realmente a veces odio toda esta porquería, pero no es por ellos, es por mí, es jodido tener que vivir de ellos, como si les debiera algo; de igual forma, ese 'algo' los jode más rápido de lo que creen.

Para acabar con ellos solo se necesitan 5 pasos.

A veces me gusta cambiar mis técnicas, pero, ya saben, los asesinos siempre le somos fieles a cierta forma de asesinar...

Psicología mortal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora