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  T Y E E 

No me pone mucha atención cuando se baja del auto, aunque tampoco le tomo importancia. Kylan en general suele ser así. Igual que yo. Cuando termino de bajar del auto, Kylan ya va llegando a la entrada, donde hay otra figura esperando en la entrada.

En cuanto reconozco su figura quiero darme media vuelta y volver a ingresar al auto de Kylan, pero este ya lo ha bloqueado, y ellos se han volteado a mirarme. Me están esperando, y darme vuelta sería mucho mas sospechoso que simplemente afrontarlo. Pero sin embargo odio la forma en la que me esta emboscando.

—¿Qué sucede?— pregunto cuando los tengo en frente. Kylan alza una ceja.

—¿Se conocen?

Suelto la atención del entrenador Street y la llevo a Kylan con completa indiferencia.

—Dirige las charlas de drogas.

—A las cuales has faltado dos veces— interfiere él. No es cierto, no he vuelto a faltar, pero intuyo que después de ignorarlo nuevamente en la ultima sesión, esta es su forma de desviar la atención del chico frente a nosotros de lo que sea que quiere en realidad.

Carraspeo con molestia ignorando al sujeto a mi izquierda. —Gracias por el aventón, Kylan— digo para echarlo de la forma mas amable que se me ocurre. No quiero volver a sumirme en una discusión con él por falta de sutileza y mucho menos frente a este sujeto.

Kylan no pronuncia palabra cuando se vuelve a mirarlo y luego se voltea para seguir caminando. Espero a que se suba al ascensor para desviar la mirada de su silueta y volverá a frente.

—¿Qué es esta mierda?

—Una emboscada que no habría sido necesaria si te hubieras quedado las dos veces que te lo pedí.

—No se te ocurre que si las rechacé es porque no quería hablar contigo.

Thomas Street tuerce su gesto y se cruza de brazos tomando una actitud madura. Como si estuviera a punto de reñir a una niña pequeña. —¿Qué es lo que ha pasado?

—Que a veces un cambio de ambientes me sienta de maravilla. Ya sabes, la vida de nómade.

—Te han corrido de tu habitación por porte de drogas.

Casi me hecho a reír. —Bien. Has adivinado algo que ya sabe media universidad. Felicitaciones.

Siento satisfacción interna cuando se le crispa el rostro al escuchar mis respuestas burlescas.

—Se supone que debías mantener un perfil bajo— vuelve a gruñir.

—Solo me han encontrado droga, joder. No soy la primera ni seré la ultima. ¿Por que todos hacen tanto alboroto por ello?

—Te han corrido de tu hermandad y de pronto un montón de rumores han comenzado a correr sobre ti.

—Nada nuevo. De vez en cuando a la gente le parece muy interesante hablar sobre mi vida.

—¿Ah si? ¿Y también han dicho ya que tienes conexiones con traficantes?

Frunzo el ceño. —¿Que?

—¿Y que estas desafiando el territorio de Owen?

—Espera, espera. ¿Dónde has oído eso?

—Todo el submundo de la universidad corre los rumores de que te has conseguido nuevos contactos, que te han visto con ellos y que comercias con precios mucho mas bajos que los demás.

Perfecto Desastre | Titanes I |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora