¿Alguien se ha parado a pensar que es el miedo? O simplemente, ¿a qué le tiene miedo?
Yo tengo miedo a perderte.
Miedo a que mi vida no vuelva a tener el agua necesaria para recorrer el desierto que hay antes de llegar a tu corazón,
y a que, ya no vuelva a brillar el sol en tu pequeña terraza cada domingo.
A que tus mejillas ya no se tornen rosadas al escuchar mis cumplidos.
A que mi camiseta favorita pierda su color y se destiña, y que, por eso, ya no te guste.
A que las películas empiecen por el final y acaben por el principio, y por culpa de esto, no quieras ver ninguna conmigo.
A perderme en el laberinto de tus ojos y encontrar la salida.
A que te despiertes enfadada y ya no quieras bailar.
A que te aburras de mis caricias y busques otras.
A que quieras navegar tu barco sola y no quieras mi ayuda.
A que no te pongas tu vestido azul de flores y te olvides de los tacones.
A que dejes de pedir deseos cada vez que vamos a ese estúpido pozo de la calle de arriba.
Y, a que te rindas, que te dejes ganar y dejes de luchar.
A que dejes de guardar mis secretos, si, esos que nunca te cuento.
Y que dejes de inventarte los días, las horas, los minutos y segundos,
a que dejes de inventarte el tiempo.
A que dejes de ser tu propia reina y quieras que otro tome tu trono.
Y a que ya no persigas a las mariposas del parque mientras llueve.
Escuchame atentamente:
Haz que todos mis miedos por tu partida se vayan.
Que tu eres mi granito de arroz, el que forma la montaña de mi vida.
Y que tienes una preciosa mirada que se queda en el horizonte de tus pecas.
Y que no te sientas sola pequeñita, que tu eres la mejor compañía de este mundo.
Y que no te digan que no si tu no quieres.
Ni tampoco te cambien de canción mientras cantas.
Que tienes un precioso vacío en el que caben mil besos.
Quería decirte:
Que tienes una sonrisa que provoca huracanes en mi corazón,
y que tu risa es la canción más famosa en todo el mundo.
Que verte dormir es la película más famosa que ningún director de Hollywood ha podido grabar jamás, y que yo, soy el único que la ve todas las mañanas.
Que te ates bien los cordones y nos cojamos de las manos y corramos de los problemas, de las tristeza y de todo lo demás.
Que no debería llamarse el planeta Tierra, debería llamarse el planeta Tú.
Porque, ¿que sentido tendría este planeta sin ti?
