-𝑬𝒓𝒆𝒔 𝑴𝒊́𝒂- [Human!Golden Freddy x Fem!Reader] Lemon

-Capítulo 3- "Ya no estás solo"

[T/N] POV

Golden solo miraba detalladamente mi rostro, como si estuviera examinando cada parte de mi.

Sus labios estaban entreabiertos. Quería besarlo. Quería sentir sus fríos labios sobre los mios.

Acerqué mi rostro al suyo. Nuestras respiraciones se mezclaban, y había vapor por todos lados, lo cual hacía que me sea un poco difícil observarlo bien.

Me acerqué más, hasta el punto en que nuestros labios se rozaban levemente.

Sus manos estaban apoyadas en la fría pared de la ducha, encerrándome entre sus brazos, dejandome sin escapatoria. Aunque lo que menos quería era salir de ahí.

No aguante más, me abalancé sobre sus labios.

El correspondió mi beso gustoso. No sabría como explicar el sabor de sus labios, era algo que nunca había probado en mi vida, y que solo quería probar de el.

Abracé su cuello, profundizando más el beso. Golden quitó sus manos de la pared y las deslizó desde mi espalda, pasando por mi cintura, mis caderas y finalmente llegando a mis muslos. Me alzó y apoyó mi espalda en la pared, por instinto enrollé mis piernas en sus caderas.

El beso cada vez se hacía más intenso y solamente nos separabamos para respirar.

Me encantan todas estas sensaciones que Golden provoca en mi.

Desde que lo conocí supe que el era el indicado. Recuerdo la primera vez que lo ví, noté en su expresión soledad, angustia, tristeza, y muchas cosas más. Se notaba que no era muy sociable, ya que el se sentaba lejos y apartado de todos, los demás siempre me decían que el era así y que no le molestaba en lo absoluto. Nunca comprendí el por qué le gustaba estar solo, así que decidí acercarme a el y "llenar" de alguna manera ese vacío que el tenía. Al principio se comporto de manera hostil o simplemente me ignoraba. Nunca me rendí, quería ayudarlo.

Y aunque no todo salío como el típico cuento de hadas que toda chica desea, no me arrepiento de nada.

Sentí como Golden mordió mi labio inferior, sacandome de mis pensamientos, aprovechó de meter su lengua en mi cavidad bucal, provocando que nuestras lenguas choquen repetidas veces.

Jadeabamos ante tal apasionado beso. Hasta que finalmente nos separamos, nuestras respiraciones estaban agitadas. Nos miramos a los ojos directamente, sus orbes grices, me encantan.

Una sonrisa traviesa se coló en los labios de Golden.

-Me encanta como me ves- dijo en un tono ronco y sin borrar esa sonrisa pícara. Un ligero rubor apareció en mis mejillas.

-Ya sabes que solo a ti te miro así- respondí sonriendo sincera -Me encantas, Golden- susurré acercandome a su cuello -y no dejaré que nadie te aleje de mi- dije para después morder su cuello.

-ngh- se escapó de sus labios. Seguí mordiendo y succionando su cuello, dejando notorias marcas rojas en su piel.

El me soltó de su agarre, provocando que yo deje de hacer lo que estaba haciendo. Estaba un poco confundida.

-¿Qué p...- nunca me deja terminar lo que quiero decir. Esta vez me calló poniendo uno de sus dedos sobre mis labios.

-¿Estás segura de que quieres hacerlo aquí en la ducha?- preguntó normal.

-¿¡Es encerio!?- dije frunciendo el ceño.

-¿Qué?- cuestionó.

-Olvidalo- bufé, estaba dispuesta a salir de la ducha -acabas de asesinar el momento- agregué molesta.