Trust Me.

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Pedirle ayuda al híbrido original para que ayudará a la nueva miembro de Los Vengadores fue fácilmente catalogada como la peor idea que Steve Rogers hubiera tenido jamás según Natasha Romanoff.
Fue una decisión desesperada tomada después de que la Bruja Escarlata casi explotara la nueva base de Los Vengadores por un simple berrinche.

—¿Qué podría hacer por ella? —Natasha le preguntó a Steve mientras estaban de pie delante de la celda de Wanda. Era como una especie de dormitorio, pero estaba hecho de cristal y tenía un baño privado para que ella lo usara. Se mantenía dentro para poder liberar sus habilidades y no hacer daño a nadie fuera del cuarto. Ellos no querían someterla a eso, pero era peligrosa.

—No sé. Él sabe sobre brujas reales y les ha ayudado antes. —Steve respondió. —Y él es el único que podemos enviar allí y no morirá.

Natasha suspiró,— ¿Cómo es que sabes de este hombre?

—Me encontré con su hermana menor en la ciudad cuando ella estaba de vacaciones. —Steve le dijo.
Rebekah Mikaelson era una mujer agradable y ella al instante se dio cuenta del poder de Steve. Charlaron con una taza de café y hablaron de sus vidas. Rebekah no ocultaba nada sobre ella y le contó todo acerca de lo que era. Steve le contó sobre el suero del súper soldado y que era el Capitán América.

Se hicieron amigos y hablaban a menudo.

—¿Y por qué ella no pudo venir en lugar de él? —Natasha preguntó.

—Ella viene también, pero ella cree que él puede ayudar un poco más. —Steve se encogió de hombros ligeramente.

Natasha no tuvo más preguntas y volvió su atención de nuevo sobre Wanda, que actualmente estaba sentada quieta y mirando fijamente a una pared. El cabello de la chica estaba enmarañado y ella estaba vestida con ropa de color negro acompañada de una bufanda de color rubí envuelta alrededor de sus hombros.

Natasha suspiró mientras miraba a Wanda. La Bruja Escarlata apenas se movía a menos que fuera para ir al baño o a ducharse. Ella nunca hablaba con nadie. Si alguien entraba a su celda, eran atacados por su magia, por lo que tuvo que ser apartada de la civilización.

El lado de donde Natasha y Steve estaban, una puerta fue abierta, causando que ambos se dieran la vuelta. Maria Hill entró con un hombre y una mujer detrás de ella. Natasha les acreditó como hermanos, al ver que eran tan similares.

—Agentes —María les dijo— Klaus y Rebekah Mikaelson.— Ella señaló a cada uno de ellos. Rebekah sonrió cálidamente a los dos, ella tenía una actitud alegre. Klaus mantenía una expresión neutra.

Steve abrazó a Rebekah y le dio un apretón de manos a Klaus. Natasha se presentó a Rebekah y luego a Klaus. Cuando todos se habían presentado, Klaus se acerco hasta el cristal para mirar a la chica.

—¿Es ella? —preguntó Klaus. Se quedó mirando a la chica que tenía una expresión neutra en su rostro.

—Su nombre es Wanda Maximoff. —Natasha le dijo al híbrido, dando un paso a su lado y le entregó el expediente de Wanda.

—¿Por qué está tan inestable? —Rebekah preguntó mientras le echo un vistazo a la chica dentro de la celda.

—Ella perdió a su hermano gemelo en la batalla de hace un mes. —Steve le explicó a Rebekah —Ya no le queda nadie.

Klaus dirigió su mirada al archivo, leyendo lo más que pudo de ella. Cuando terminó, cerró la carpeta y se dio la vuelta hacia el par de Vengadores.

—¿Qué esperas que haga, amor? —Klaus le preguntó a Natasha.

—Ayúdala de alguna manera.

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La puerta de la celda fue abierta, sorprendiendo a Wanda. Nadie se atrevía a estar cerca de ella después de que casi mata al agente que trajo su comida hace tres semanas. Ella había pedido que la dejarán sola.

Wanda volvió la cabeza, mirando a la persona que había entrado. Sus ojos verdes se encontraron con los de un color azul mortal similar a los de Pietro. Tenía el cabello de color rubio ceniza y llevaba ropa sencilla. Se dio cuenta de todas las joyas que estaban colgando de su garganta.

Wanda conocía su nombre: Klaus Mikaelson. Lo había escuchado cuando Maria Hill los llevó a ver a Steve y Natasha. Ella decidió no prestarle atención a la conversación después de escuchar sus nombres, porque no lo consideraba lo suficientemente importante

—Vete. —Wanda le dijo con su marcado acento mientras lo observaba. Él no se movió. En su lugar, se acercó al pequeño sofá y se sentó dejando el archivo a un lado.

—Esa no es la manera de hablarle a un invitado, amor. —Klaus respondió, sonriéndole. Cuando la miro, se fascino por su belleza. Podía sentir el poder que emanaba de ella y se sentía extrañamente atraído.

Wanda se levantó de la cama. Ella se le quedo mirando mientras que el resplandor escarlata comenzó a salir de sus manos. —Te dije, vete.

—Te reto. —Klaus dijo amenazadoramente, extendiendo las manos. Era como si quisiera que ella fuese hacia de él.

Wanda le gruñó antes de disparar una bola de luz hacia él. Antes de que pudiera golpearlo, el hombre corrió rápidamente a través del cuarto. Wanda paró, con los ojos abiertos. Era rápido, al igual que su hermano gemelo lo fue alguna vez. El resplandor escarlata que la rodeba desapareció.

Le miró fijamente.

—¿Cómo? —Wanda cuestionó sin aliento.

—He oído que eras una lectora de mentes, brujita. —Klaus le dijo.— ¿Por qué no te has dado cuenta?

Wanda se le quedó mirando. Dio unos pequeños pasos hacia adelante, sin saber si él le haría daño o no. Klaus le tendió la mano para que ella la tomara y eso hizo. Sus ojos cambiaron a color rojo mientras buscaba en su mente.

Lo primero que aprendió acerca de su vida era como fue un ser humano hace más de mil años. Wanda vagó a través de su mente y vio imágenes de su hermano más joven asesinado por los lobos. Vio pequeñas memorias de él, la maldición que su madre le coloco, y los malos tratos de su padre. Wanda buscó aún más y lo vio enterrándoles una daga a cada uno de sus hermanos por su propio bien. Pronto se convirtió en algo oscuro cuando se rompió la maldición y desató su lado híbrido. Ella buscó en todo hasta que llego a sus pensamientos actuales sobre ella.

Wanda retiro lentamente su mano de la de él y dio un paso atrás. Lo miró a los ojos, sabiendo todo sobre él. No sabía qué haría él, ya que casi todo el mundo que había conocido en SHIELD no contaban sus secretos tan fácilmente.

—Puedo ayudarte, Wanda. —Klaus le dijo suavemente a ella. Él quería ayudar a la chica llena de dolor por alguna extraña razón. Él sabía que ella no sabía controlarse, que sus emociones estaban controlando sus poderes, no ella.

Wanda parecía vulnerable frente a él, abrió los labios, sin saber qué decir. Finalmente logró encontrar las palabras.

—¿Cómo? —Ella repitió la pregunta de antes.

Tienes que confiar en mí, amor.

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*c muere* Ame este OS, es tan hermoso shdjdjdushshs, espero que les haya gustado tanto como a mi:)
Y GRACIAS A voluntears POR DEJARME TRADUCIRLO, THANK YOU FOR LET ME TRANSLATE THIS, SWEETHEART

TRUST ME, WANDA MAXIMOFF & KLAUS MIKAELSON »OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora