¿Me Prestas A Tu Novio? (Minhyuk Y Tú) Cnblue

CAPÍTULO 3

3. El Plan

Tonta. Tonta. Tonta. Venia recriminándome mientras caminaba por las soleadas calles de Seul en dirección a mi casa.

Es que solo a mí, con mi mente tan retorcida se me ocurría pedir semejante cosa. Pero es que a Minhyuk es al único que le tengo la suficiente confianza como para fingir que sea mi novio. Pero claro también fue una completa tontería la mía el si quiera pensar que Tsubaki fuera a aceptar.

Fruncí la cara al recordarla. ¿He mencionado ya cuanto la odio? ¿No? ¿En serio? Qué raro. Pues si la aborrezco con toda mi alma. Y vuelvo a repetir, no es por Minhyuk, ni por qué me haya robado el privilegio de ser su novia unos cuantos días. Simplemente, digamos que tengo mis razones.

Abrí la puerta de mi casa.

-Ya llegue- exclamé al vació. Al no recibir respuesta recordé que mi papá se había ido a una gira durante todo un mes y que mi hermano estaba haciendo sus prácticas en un hospital de Tokio. Suspire, el día sería muy aburrido.

El sol ya se había escondido desde hace unas horas. Yo había aprovechado mi día para arreglar la casa y lavar la ropa. Porque en cuanto llegaran mis primas ellas dispondrían de la casa a su antojo, dejando un desastre a su paso.

En este momento me encuentro frente al televisor viendo una de esas películas románticas que te hacen llorar como Magdalena, y la verdad es que me siento como una típica adolescente despechada por su novio, lo cual, en mi caso, es ridículo porque mi novio falso no me rechazo fue su novia verdadera la que no me lo quiso prestar, y el hecho de que tenga un helado de chocolate a medio comer no ayuda en mi situación.

De repente sonó el timbre. Me erguí en el sillón preguntándome si no sería cosa de mi imaginación. Volvió a sonar, así que probablemente alguien me estuviera visitando, lo cual es muy raro porque no hay nadie a quien yo espere, por lo menos no hasta dentro de unos días. El timbre sonó por tercera vez; le puse pause a la película, me engullí otro bocado de helado y me dirigí a la puerta.

Cuando estaba a punto de llegar escuche unos golpes insistentes.

-Ya voy- grité pero al segundo siguiente me arrepentí. ¿Qué tal si eran mis primas que habían decidido adelantar su viaje? Dios quiera que no.

Agarre el picaporte de la puerta y trague saliva rogando al cielo que no fueran ellas.

Abrí la puerta lentamente, casi con miedo, pero al abrirla completamente, mi cara se desencajo.

-¿Qué haces aquí?- pregunte consternada.

- ¿Qué manera es esa de recibirme?- Minhyuk hablo con fingida indignación.

-No cambies el tema. Responde.-le ordené aun contrariada.

- Ay no me digas que aparte de para abrazarla un novio también necesita excusas para visitar a su novia. Increíble. ¿A dónde va a parar este mundo?- movió la cabeza de un lado a otro en señal de desaprobación.

-¿De qué estás hablando? Creo haber oído perfectamente como Tsubaki se negó a eso.- exclamé aún molesta.

-Déjame pasar y te explicó- en ese momento me di cuenta que le bloqueaba el paso a mi casa así que me hice un lado para que pasara.

Cerré la puerta y me giré lentamente dándome cuenta que Minhyuk estaba parado justo en frente de mi, mirándome determinadamente.

-¿Paso algo?-inquirí extrañada, él negó con la cabeza.

-Solo quiero comprobar algo- fruncí el ceño sin entender de que hablaba.

Lo vi acercarse lentamente a mi rostro, me quedé petrificada, quieta como una estatua sin saber qué hacer, no creyendo lo que mis ojos veían. ¿Acaso me besaría? Pero fue justo en ese momento que sentí como pasaba su lengua lentamente por la comisura de mis labios. Me sentí desfallecer ante su cálido y húmedo contacto. Entonces se levantó lentamente y me miro con una sonrisa divertida.