PERFECT DAY.
(LA CAÍDA DE UN PLAYBOY)
POR LU DE ANDREW.CANDY.
-¡Este será un día perfecto!
Escuché a Flammy decir esas palabras y no pude evitar soltar un resoplido. Para mí no es así, en un par de horas terminará mi turno y le doy gracias a Dios, porque hoy he sido un completo desastre. Me han regañado varias veces y me equivoqué al poner nombre en los expedientes.
Pero es que estoy muy nerviosa. Hoy es la fiesta de Albert y es el día en que pienso decirle que estos últimos meses lo he engañado, que me he comportado como una tonta y que lo amo. Pero no sé cómo reaccionará, desde que le dije que estaba saliendo con alguien, siento que se alejó de mí. ¿Y si ya no me quiere? ¡Oh! He sido una tonta...
ALBERT.
Tengo jaqueca. Bueno en realidad es un buen dolor de cabeza, de ese que acompaña a la resaca. Ayer me emborraché, no era mi intención pero era eso o ir a casa de Candy, llevarla lejos y convencerla de que he cambiado. Pero eso equivale a secuestro y no creo que con eso la convenza de algo. Salimos mis sobrinos Archie, Stear, Anthony, y Neal. Junto a Carolina, Scarlett, Tania y Lu, sus respectivas novias. Esperábamos a Candy, cuando me envió un Whats diciéndome que no llegaría, pasaría la noche en compañía de su pretendiente, novio, pareja o lo que rayos sea. No tengo en claro que tipo de relación tiene con él, ya que siempre que sale el tema ella lo cambia y eso hace que actúe como niño berrinchudo y me enfurruñe.
Y tal vez te preguntes cómo llegué yo, William Albert Andrew, a esa actitud ridícula, y la verdad es que fue hace tres años.Ella y yo hemos sido amigos desde niños, crecimos juntos, casi como hermanos. Cuando fui a la universidad, consciente de que mi cara y mi cuerpo no le eran indiferentes a las chicas, me convertí en todo un rompecorazones. No quería ninguna relación estable con nadie por lo que cuando las chicas con las que pasaba la noche, me dejaban su número de teléfono, este iba a parar directo al bote de la basura. Finalmente me gradué, y empecé a trabajar en una buena empresa, me convertí en un buen hombre de negocios, pero en cuanto a las mujeres no había cambiado, ahora era todo un playboy. Lo peor de todo es que disfrutaba de esa vida, jugando con cada mujer que caía gracias a mis encantos, los cuales me servían para conquistar a quien me viniera en gana.
De pronto, Candy que estaba haciendo sus prácticas en el sur del país, y con quien no dejé de tener contacto en todos estos años, regresó. Pero regresó totalmente cambiada, o, ¿siempre se vio así? La verdad es que el dejar de verla me puso mal, la extrañaba horrores, y cuando me la imaginaba rodeada de calenturientos idiotas tratando de llevársela a la cama, me ponía en modo fury. Pero después de interrogarla, muy sutilmente claro, me tranquilizaba saber que ella prácticamente bateaba a todos los que se le acercaban. Y me daba gusto. Sí, yo la instaba a que se alejara de todos para que no fuera una distracción en sus estudios y ella siempre me hacía caso. ¿Fui un gandalla? Sí pero no me importaba. Me escudaba en la idea de que estaba protegiéndola, pero cuando volví a verla supe que era porque en mis pensamientos y sentimientos más profundos, ella me pertenecía.
Y poco a poco me fui volviendo loco por ella, no de la manera en que las demás me enloquecen, sino de manera más profunda y... bueno al principio no quería admitir mis sentimientos, pensé que era algo pasajero, hasta que me dio calabazas, me mandó a paseo, a volar, me bateó, como quieran llamarlo.
Fue hace tres años. Justo después de mi cumpleaños, yo fui a por ella a su trabajo, la invité a cenar y decidimos volver a pie hasta su casa. Pero antes de llegar, ella pisó mal y se torció el tobillo, yo, como todo un caballero, la llevé en brazos hasta su departamento. Pero al dejarla sobre su sofá, no quise soltarla. Le aparté un mechón de cabello que caía sobre su hermoso rostro, y me volví loco al sentir su sedosidad entre mis manos. Si así se sentía su pelo, ¿cómo sería el sentir sus labios, su aliento y su sabor? No pensé en lo que hacía y me fui inclinando con lentitud, estaba demasiado cerca y ella me observaba como si tuviera pintados monos en la cara, pero no se alejó de mí y eso me animó a besarla. Poco a poco, con lentitud casi agónica, moví mis labios sobre los de ella. Al principio no respondía, pero cuando acaricié con mi lengua su labio inferior, vencí sus barreras y me dejó entrar a su boca.
Estaba probando un pedacito de cielo, sabía tan dulce como la miel. Ella respondía con la misma intensidad y se aferraba a mis hombros y acariciaba mi espalda como si la vida se le fuera en ello. Ella ya estaba recostada sobre su sofá mientras que yo estaba sobre ella, abandoné su boca, y comencé a besar su cuello, sus hombros. Mi cuerpo comenzó a responder y en eso...abrí la bocota.
-Candy, te deseo. - Esas tres palabras sirvieron para que ella parara en seco sus manos. Tenía sus pequeñas manos debajo de mi camisa y estaba recorriendo con ellas mi espalda completa. Yo no me moví, hasta que ella me empujó por los hombros y se alejó de mí. Su respiración era acelerada, como la mía, sus labios hinchados demostraban que acababan de ser bien besados, su pelo estaba revuelto y su mirada... bueno, su mirada trasmitía una mezcla de emociones. Confusión, deseo, enojo, doblo las rodillas cerca de su pecho y enterró la cabeza entre ellas.
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Perfect Day. (La caída de un playboy.)
FanfictionEl perfecto playboy, está de pronto enamorado. Sólo que la chica a quien pertenece su corazón, no le corresponde aún. Qué pasará en lo que todos describen como un día perfecto? Minific escrito para el reto cumpleañero del grupo Albert Lovers Secret...