Corregirme mil veces si me equivoco, coserme si me rompo, encontrarme si me pierdo, recordarme si me olvido.
Serán miles, millones, (más bien) las veces que oiré un "te lo dije", serán demasiadas las meteduras de pata y los malos actos. Demasiadas consecuencias para tan pocas libertades y demasiadas prohibiciones para tan pocas opciones.
Hacemos bien en equivocarnos, hacemos bien en vivir de las experiencias y aprender de ellas, hacemos bien decidiendo lo que creemos que nos conviene.
Cada uno mira, escucha, aprende y decide lo que se hace, si quiere jugar con fuego o si prefiere mirar desde la orilla cómo se unde el barco.
Dejarse influenciar de forma negativa es de débiles, pero mal influenciar a alguien es de cobardes.
Harás las cosas mal mil veces, tropezarás 10 veces con la misma piedra, para qué mentir, pero la mejor parte de haber tropezado alguna vez es saber que lo has hecho porque tú mismo te has equivocado al tomar tus decisiones.