Mis intentos de pensar en algo interesante que hacer fallaban cada vez que ponia a funcionar mi cerebro, me levante de mi cama y camine hacia el baño, cerre la puerta tras de mi y lave mi rostro, después me mire al espejo.
Tenía un aspecto horrible, ojeras de no dormir en meses y ojos rojos de tanto chillar por las noches, la vida no me iba bien, pero ¿en estos tiempos a quién le iba bien?.
Al fin sali del baño y mire mi habitación, tan sola, tan llena de recuerdos.
La cabeza me empezo a dar vueltas, decidi recargarme en la silla pero no podia debido a que no estaba bien parada, las rodillas se me doblaron y comence a temblar como nunca antes, las manos me comenzaron a sudar y gotas frías caían de mi frente, trate de gritar pero no podía.
El efecto comenzaba y el estomago se me hizo nudo, el vomito salio de mi boca seca por no beber nada, el vomito era tan obscuro como jamas, pero no era vomito, era sangre.
¿Qué me sucedia? ¿qué pasba?, hace meses que esto no me pasaba, entonces trate de tranquilizarme sin remedio y corri al cuarto de mi hermano mayor, no se como pero llegue hasta su habitación.
Y lo mire, sus tenis, sus pantalocillos, su cara palida y triste, sus cuencas saltadas y su cuello atado a una cuerda, -se mato- pense,-me ha dejado- me dije a mi misma, me tendi en el suelo horririsada por su aspecto, por lo que acababa de ver y las lagrimas me quemaron el rostro y el efecto colateral volvio.
