Capítulo 21: Hecho para amar

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— ¿Debes de estar jugando?

—Te lo juro, te quedaste dormida – me oculto el rostro con las manos y me vuelvo a reír.

—Dios, soy todo un caso.

—Si definitivamente lo eres.

—Pero ¿Por qué me ayudaste en realidad?, digo yo la verdad me hubiera arrojado en algún rincón.

Se quedó callado un momento, y bajo la cabeza.

—No lo sé, me pareciste... Diferente.

— ¿Diferente?

—Si bueno, y también esperaba tener sexo – dijo sarcástico, pero igual le di un golpe en el brazo.

Ya llevamos varios minutos en la charla luego que los gemelos y Dylan dieran su versión de la historia y con varias pausas de risas y preguntas, al fin al cabo era Dominic el que me encontró, pero ya no estábamos en el cuarto estamos los dos en unos sillas de playa cerca de la piscina, los demás de vez en cuando vienen a molestar o dejar sus celulares con nosotros para no perderlos.

—Pero...

— ¿Qué?

—Hay algo que dijiste que...

— ¿Qué? ¿Que dije? No puede ser tan malo.

—Cuando dijiste lo de Jamón – reí –, y que me pusieron ese nombre porque no me querían, yo me tensione y cuando te fuiste con los gemelos gritaste "Espero que resuelvas tus problemas paternos"

—Dominic...

—Lo que quería sabes es ¿Cómo te diste cuanta? —el ríe un poco histérico —porque a lo largo de mi vida nadie se había dado cuenta, y menos luego de una conversación así que... ¿Cómo lo supiste?

—Esto... yo – no sé cómo empezar, sin tener que contar todo, al menos no ahora – Mi madre no está, eso ya lo sabias, la cosa es que siempre que alguien mencionada casualmente ¿Hey tu madre viene a recogerte? O Vamos a llamar a su madre señorita Foster – Rio histéricamente –, me incomodaba o simplemente perdía el hilo y supongo que lo note en ti...y si lo note estando ebria – dije lo último intentado aliviar el ambiente.

Dominic se quedó en silencio.

— ¿Dónde está tu madre Sam?

—En Boston...

— ¿Yo creí que... habías dicho...?

—Y muerta.

—Lo siento.

— ¿Por qué? Por qué lo dices ahora y no el día que te lo dije además hace unas semanas ni me conocías.

—No lamento que este muerta – le mire —, Diablos, perdón – suspira y me sonrió a medias – Lo que lamento es haberte preguntado, por qué se, – me mira —, que duele tener que recordar eso, por que sientes que miles de personas lo pueden saber pero... cuando lo hace uno mismo es como si lo estuvieras aceptando, cuando la verdad es que aun duele.

—Vaya, eso fue...—le miro y sonrió — Palabras infinitas de Nick Harmon.

Nos reímos.

—Gracias.

— ¿Por qué?

—Por ser la primera persona es responder.

Le sonrió, él sonríe, nos acercamos, nos miramos y... saltamos al mismo tiempo al escuchar un grito y ver a alguien corriendo hacia acá.

Right Friggin' Now (Justamente Ahora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora