Estaba siguiendo tus sueños, persiguiendo tus metas y alcanzando tu voz.
Estaba en tus memorias queriendo que me recuerdes, en un fragmento por lo menos. No puedes. Estás en la sima de una montaña que no se sube ni se baja, está ahí sin escalar hasta allí, no puedes recordarme, ya no soy nada para ti.
Estaba intentando perseguir tus sueños para que así alces la mirada de donde está el triunfo sosteniendome.
Pero no, tu mirada está vacía hacía mí.
Ya no puedo hacer nada, ¿qué has hecho, manojo de tiempo perdido?
No encuentro mi corazón, está en él, pero no puedo tomarlo, no me entrega él su corazón.