𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆 𝑵𝒖𝒃𝒆𝒔 𝑵𝒆𝒈𝒓𝒂𝒔 •𝑬𝒓𝒆𝒓𝒊•

♪1♪

-Eren...- Mikasa seguía de cerca al chico.

Estaban justo en medio de todo el campo de entrenamiento, solo con la luz que proporcionaba la luna y algunas estrellas.

-¿Qué?- le contesta con la cabeza en las nubes.

-Armin te llama- le dice.

-¿Qué necesita Armin?

-No sé, no me lo dijo, te espera en el sótano.

-Esta bien, voy- gira sobre sus pasos, aún con Mikasa pisándole los talones.

Al llegar, Armin esta con varios papeles sobre el escritorio.

-¿Pasa algo, Armin?- pregunta acercándose, Mikasa frena en la entrada.

-Eren... El capitán y tu... ¿Tienen un romance o algo parecido?- pregunta tartamudeando un poco el pequeño rubio.

Eren se sonroja hasta las orejas.

-¿Por qué la pregunta?- tartamudea, nervioso.

-Hanji hizo que Moblit dibujara esto- dice señalando los dibujos frente a él. Se podía apreciar al capitán Levi en manos de Erwin, demasiado cerca, demasiado íntimos... Como si estuviesen a punto de besarse.

Eren traga saliva.

-Bueno, no somos nada- se excusa Eren, riendo nervioso.

Armin suspira aliviado mientras coloca todos los papeles juntos.

-Gracias a Dios, creí que te iba a romper el corazón con esto- comienza a tomar los papeles-. Bueno, voy con Mikasa, necesito entrenar un poco- sale sonriendo, tiene prisa.

-Adiós...- susurra.

Ya esta solo. No puede evitar sentir que su corazón duele un poco, lo siente quebrarse silenciosamente. Se acuesta en la fría cama, el sótano solo es iluminado por la antorcha de la puerta de entrada, Armin se llevó la otra junto con Mikasa cuando se marcharon.

Sonríe a la oscuridad y cierra los ojos. Pudieron pasar horas o solo unos segundos hasta que escuchó unos pasos bajar las escaleras, decidió hacerse el dormido, lo más probable era que Hanji fuera a verlo.

Pero no.

-Eh, mocoso- lo llama una voz desde las sombras.

Eren pega un brinco al reconocerla. Es inconsciente.

-¡Sí, señor!- hace el saludo.

Levi esta frente a él, sus ojos tienen un brillo extraño. Algo muy extraño.

-¿Qué estas haciendo?- le pregunta acercándose, lentamente.

Eren tiembla, no quiere saber nada de él hasta que su corazón sane. Fue usado por es enano, por su pequeña adoración.

-Duermo- suelta y vuelve a acostarse, lentamente, como si en cualquier momento él fuese a golpearlo.

Levi lo ve con sorpresa. Ese no es su mocoso... No es típico de él cuando lo ve. Por lo general se sonrojaba y tartamudeaba, este tiene hasta una mirada extraña, una expresión triste y dolida. Ese definitivamente no era su mocoso.

-¿Eren? ¿Te sientes bien?- pregunta acercándose aún más lento, hasta llegar junto a la cama del muchacho, esta frente a él.

Eren se gira sobre en colchón para darle la espalda.

-Sí, no se preocupe, vaya a hacer su trabajo- responde con un tono frío.

Levi siente como su corazón se estruja en su pecho, Eren nunca lo trata así. Necesita saber que le pasa, por lo que decide acostarse en en lado libre de la estrecha cama, acurrucándose en su espalda, sintiéndose un poco mejor al estar cerca de él, sintiendo su olor y su calor. Algo extraño sucede: Levi sonríe y abraza a Eren.