Prefacio

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Siempre me a molestado que las personas juzguen a los demás por que piensan que son diferentes a ellos, y en especial cuando lo hacen sin siquiera saber apenas nada.
Desafortunadamente a mi me ha sucedió. Las críticas nunca terminan, la manera en que me aisló del resto del mundo escuchando a todo volumen música en los audífonos. Que si mi corte de cabello, los pantalones ajustados, que por que no tengo novia, mi manera de caminar, de hablar, de que si tengo un buen cuerpo; en fin nunca acaban. Y más aún si defino la razón por la cual no tengo novia, o peor aún cuando defina el porque miro de una manera especial a los chicos y eso es porque, porque soy gay.
No es tan fácil aceptarlo y que todo mundo lo sepa debido a la representación que la sociedad ha generado sobre nosotros y es que la gente piensa que la homosexualidad es una enfermedad o algo así, pero de verdad que están muy equivocados, simplemente me da coraje la cara de la gente prejuisiosa cuando ven a dos chicos tomados de las manos o cuando se besan.
Pero gracias a lo que tuve que pasar cuando salí de la secundaria, es que intentó ser fuerte y que nadie intenté intimidarme.
Todavía recuerdo ese último día de clases en la secundaria, cuando confesé ante todos que era homosexual. La mayoría de los que estuvieron presentes comenzaron a reír en especial los hombres
Fue el peor momento de mi vida y lo único que quería era salir corriendo de ahí y nunca volver, pero desafortunadamente varios de mis compañeros se acercaron a mi y me arrinconaron sin dejarme salir, se reían de mi, me decían cosas tan despreciables...
Desde ese día jure que ninguna otra persona iba a intentar humillarme por mis preferencias.
Lo único que quería era comenzar desde cero en la preparatoria. Y así será.

Los Dos Lados De Daniel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora