Llevaba trabajando noche y día, nadie lo había visto salir de su taller durante 40 años. Estaba aislado, inmerso en un mar que había llenado con lluvias de ideas; ya no recordaba cómo era el sol por eso quería fabricarse uno que le diera luz y calor en su taller. Tampoco recordaba de qué color era el suelo de la habitación, pues los papeles arrugados con extraños e incoherentes bocetos ya le llegaban a las rodillas. ¿Cansado? Desde que empecé, se decía como regañándose a sí mismo. ¿Tenía esposa? ¿Hijos?, más allá de esa puerta el mundo era incierto. Se supone que viviría su sueño, pero no quiso despertar, así que tuvo un destino peor que la muerte: La pesadilla eterna del olvido. Había olvidado su propósito y el mar de ideas se lo llevó.
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Micro-Relatos
Short StoryUna serie de relatos cortos que escribí hace un tiempo. Contienen desde cuestiones existenciales hasta especulativas historias que dejan mucho a la imaginación... Espero les gusten