II

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Ella llegó a su casa y notó que su padrastro no la seguía como de costumbre, ni estaba esperándola en la puerta para cerciorar su hora de llegada. Se dirigió a su cuarto y se sentó frente a su escritorio, abrió su libreta y empezó a decorar el borde de una de las hojas vacías, en ella le escribiría una carta a su padrastro para dejarla en su cuarto antes de marcharse cuando llegara el momento.

La Bella Y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora