cap 3

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Una niña de entre 12 y 13 años me sujetaba en sus brazos. Emily, ese era su nombre, lo sabía, no sé cómo, pero lo sabía. Pelirroja, ojos grandes y verdes, piel pálida, era hermosa.

Sus manos estaban frías y su rostro no reflejaba ninguna emoción. Simplemente mantenía su mirada fija hacia mí. De repente, sus ojos se volvieron negros y una sonrisa psicópata se formó en su rostro.

-tememe, pequeño pandicornio, ya que no soy tan buena como aparento- dijo con un tono de voz escalofriante. -. ¡Te destrozaré!- luego de decir esa frase, empezó a reír como una maniática.

 
Abrí mis ojos, todo fue un sueño.

Me quedé sentado un rato para calmarme, ya que aún me encontraba algo agitado por el sueño. Fue muy raro que haya soñado algo así... En fin, no le daré mucha importancia, ya que sólo fue un sueño, mejor buscaré algo de comida. Revolví el basurero en busca de comida, eran las 10:00am, necesito comer algo. Encontré unos deliciosos fideos dentro de una caja de cartón, tomé la caja y empecé a comerlos. Me encantan los fideos, saben tan sabrosos. Luego de comer, tomé algo de agua que había en un charco ahí cerca.

Ya después de terminar de beber, fui a caminar por ahí. Había mucha gente, todos me miraban extrañados y habían algunos que se alejaban de mi, me tomaban como una amenaza. Los humanos son raros.

Luego de un largo rato caminando, me percaté de que ya era de noche y volví al basurero a descansar. Me desperté de golpe al oír un ruido que provenía del otro lado del basurero. Caminé lentamente hasta estar a unos centímetros de donde escuché aquél ruido. Asomé mi cabeza y vi a una chica, era la de mi sueño, era Emily. Me asusté y quise escapar lo más rápido que pude de allí, pero no logré hacerlo, ella me tuvo acorralado.

-¡n-no temas! No te haré daño.- me dijo mientras se acercaba despacio hacia mí.

Ambos nos mirábamos fijamente, con temor de lo que podría llegar a hacer el otro. Ella se agachó hasta quedar a mi altura, con una mirada curiosa, levantó su mano y tocó mi cuerno. Yo me tranquilicé y sonreí.

-¿qué haces aquí?- le dije inclinando un poco mi cabeza a la derecha.

-¿puedes hablar? Genial.- dijo ella, asombrada y con una sonrisa. -me peleé con mi familia y quise salir a caminar un rato, hasta que te vi y la curiosidad me llevó hacia ti.-

-oh... Una pregunta, ¿te llamas Emily?- pregunté, queriendo confirmar mis dudas.

-¿¡c-como sabes eso?!- dijo asustada.

-no lo sé.- respondí.

La chica de mi sueño es ella, pero... ¿por qué habrá dicho que me destruiría en el sueño? Emily no parece mala. Bueno, fue solo un sueño, no debería darle tanta importancia.

-hm... Okay. Hey, ¿quieres ser mi amigo...?- dijo agachando la cabeza, tímida y con un leve sonrojo.

-¡claro!- dije con una gran sonrisa en mi rostro. Los científicos solían hablar mucho de los "amigos". Decían que eran personas en las que se podía confiar, que jamás te traicionarían y nunca te dejarían de lado, siempre anhelé tener uno. 

Emily me sonrió y me rodeó con sus brazos, creo que eso era un "abrazo", como sea, se sentía bien.

Los Pandicornios Dominaron El MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora