Observe a todos a mí al rededor, ya eran pasado las 10 y las cervezas no habían parado de llegar a la mesa, Wendy, Gray y yo, éramos los únicos "sobrios", todos los demás estaban borrachos, aún que la situación era un tanto divertida (ya que igualmente me tomé dos cerezas, lo suficiente para reírme de la situación) no dejaba de molestarme que Gray no me quitara la mirada de encima. Solté un suspiro y lo mire.
-¿qué pasa contigo?.- el me observó intrigado.
-la pregunta debería ser al revés.- alzo una ceja indignado.
-creo que conmigo esta todo bien, eres tú el que no deja de mirarme.- achine los ojos y el solo negó con la cabeza.
-eres un puto misterio.
-gracias.
Iba a decir algo más cuando sentí un peso en mi espalda, mire sobre mi hombro para encontrarme con la sonrisa y las mejillas sonrojadas de Cana.
-¡cuánto tiempo Lucy!.
Solté airé cansada, pensé en responderle algo cortante para que se alejara pero después analice la situación. Todos estaban borrachos, menos Gray, Wendy y yo, pero de igual manera habíamos tomado un poco como para poder sonreír en confianza, tomando en cuenta eso, creo que puedo comportarme de manera normal, ya que mañana todos olvidarían lo sucedido ahora, me tome todo mi vaso de cerveza rápidamente, solté una sonrisa sincera y abrace a Cana.
-¡te e extrañado Cana!.
-¡bebamos juntas como en los viejos tiempos Lucyyyyy!.- arrastro las últimas palabras demostrándome que estaba más borracha de lo que creía y yo solo asentí.
-¡he mesera!, ¡queremos cuatro cervezas!.- la mesera asintió y en un momento nuestras cerezas estaban frente a nosotras. Cana me observó y me guiñó un ojo.
-¿la que se lo beba más rápido gana?.
-hecho, pero créeme que e mejorado Cana.
Tomamos un vaso en cada mano y Cana grito.
-¡Laxus!, ven aquí y observa quien bebe más rápido.- el asintió y toda la atención de la mesa reparo en nosotras.
-¡confío en tus habilidades coneja!.- Gajeel me apoyo y los demás empezaron a gritar alentándonos.
-a la cuenta de uno, dos....¡tres!.
Empecé a beber rápidamente sin saborear la cerveza, deje mi primer vaso vacío en frente y me lleve el otro a la boca, cuando cana ya iba a la mitad del segundo, yo ya había terminado con los dos. Ella me miró impresionada y después me abrazo fuertemente con una sonrisa en sus labios.
-¡esa es mi Lucy!, ¡eres la mejor aprendiz que e tenido rubia!.- Cana me soltó y siguió bebiendo en su puesto con una sonrisa de satisfacción en su cara.
-¡yeyyyy Lu es la mejor!.- Levy empezó a aplaudir frenéticamente mientras que Gajeel se le unía.
-¡esa es nuestra prima!.- dijeron Loke y Jellal al unísono.
-¡mi hermanita le a ganado a la mejor bebedora de la escuela!.- Laxus le pegaba a la mesa fuertemente mientras reía.
-¡mi mejor amiga es genial!.- Natsu me sonreía orgulloso mientras que levantaba el puño.
-¡nosotras confiamos en ti!.- dijeron Wendy y Erza al mismo tiempo con una sonrisa.
-¡Joder!, ¡mi ex novia le a pateado el culo a Cana!.- Gray se reía tontamente mientras que pasaba uno de sus brazos por mis hombros.
-¡eres una patada en el culo, rival en el amor!.- Juvia me sonreía feliz mientras hipaba.
-¡un brindis!.- grite y alce mi vaso vacío.- ¡por la cerveza y por las noches inesperadas!.- todos rieron y gritaron mientras chocábamos nuestros vasos ya vacíos.Estaba afuera del bar fumándome un cigarrillo, escuchaba perfectamente la risa exagerada de todos mis amigos, bueno, ex amigos (y uno de ellos ex novio), y solté una risa boba, tenía que aceptarlo, a pesar de todo no podía alejarlos de mi, los quería a todos y a cada uno de ellos, se habían vuelto esenciales en mi vida y no los podía alejar así como así, yo estaba mal, esto que estaba haciendo estaba mal, todo estaba mal, pero...¿qué podía hacer?.
-pareces una indigente, ahí sentada, en el suelo de la vereda.
-no creo poder soportarte a ti ni a tus malhumoradas bromas en este momento Gray, así que, por favor vete.
-¿por qué siempre me alejas de ti?, termina con esto Lucy...
-¡no!, esto no a acabado, no creas que mañana todo volverá a ser igual que antes Gray, no creas que despertare a tu lado por la mañana, es algo que no me puedes pedir.- me levante y bote mi cigarrillo al suelo para aplastarlo. Gray se quedo un rato en silencio observando el cigarrillo aplastado.
-no te estoy pidiendo eso, yo solo te pido...un poco de tu tiempo, quiero que compartamos nuestro tiempo, sé que las cosas están un poco difíciles-
-¿¡un poco difíciles!?, ¡están más que difíciles Gray!, y tú lo sabes muy bien, ¿¡por qué no puedes entender que hago esto por ustedes!?, no los quiero poner en peligro y menos a ti, ¡jamás me perdonaría que te hicieran daño por mi culpa!.- cerré los ojos con fuerza.
-¿¡y quien te dijo que debías protegerme!?, ¡eres increíble!, y para ser más exactos, ¿de qué quieres protegerme?.- Gray frunció el entrecejo y me observó expectante.
-¡de mi!, ¡demonios! ¡Te quiero proteger de mí y de mis errores!, ¡no me perdonaría arruinarle la vida a la persona que amo!.- abrí los ojos impresionada por mi confesión, las palabras solo salieron, maldición, ahora me sentía completamente sonrojada y Gray no me quitaba la mirada de encima.
-tú estás...tú aún...yo creí que tú ya no...wow, aún estas enamorada de mi.- se acercó a mí con la intención de abrazarme, pero lo detuve, pose mis manos en su pecho y levante mi mirada para encontrarme con sus ojos azules, lo mire fijamente y hable lento, como si el tirar una bomba envuelta en algodón aminorara el daño.
-escúchame Gray, yo no puedo estar contigo aún que te ame, y no creo que podamos estar juntos ahora ni después, mi vida en estos momentos es un completo desastre, yo estoy corriendo peligro y no pienso dejar que tú peligres conmigo, yo....-me seque las lágrimas antes de continuar y me sorbí la nariz, bote aire para volver a mi tono de voz normal.- nunca, nunca, nunca te e dejado de amar, créeme, siempre he recordado esos ojos azules en los que me podría perder horas y horas, pero ahora las cosas han cambiado y ya no puedo observar tus ojos, no me puedo dar el lujo de perderme en ellos.
Gray bajo la mirada y se pasó la mano por el pelo exasperado, me observó y vi en sus ojos millones de emociones que no podría descifrar.
-¡mierda y más mierda!, ¡demonios!.
-Gray yo...
-¡no Lucy!, ¡cállate solo cállate un maldito segundo!, yo no puedo creer que tú, que tú, tires todos mis sentimientos a la basura, maldición, eres la primera chica a la que amo apasionadamente y lo sabes, pero tú solo me escupes como si fuera basura, ¡te amo maldición!, ¡y eso debería ser suficiente para los dos pero no lo es!, y eso me está matando, me estás matando Lucy.
-no digas esas cosas, por favor...-mi corazón se encogió cuando escuche sus palabras.
-es la verdad...demonios Lucy, te amo, y eso no va a cambiar, despídeme de los demás, esto es todo para mí por hoy, me voy a casa.- me dio la espalda y comenzó a caminar.
-Gray...¡Gray no te vayas así por favor!.
El solo levanto su mano en señal de despedida, me mordí el labio al sentirme impotente por no poder correr a abrazarlo y decirle cuanto lo necesito, conté hasta diez y apreté mis ojos, entré al local para decirle a Jellal y a Loke que me iría a casa, quería estar sola.