Miradas Cruzadas

Capítulo 1.

Quien diría que enamorarse sería una forma de sufrimiento...

Para mi, Janneth Wide, a sido el mayor golpe de realidad que he tenido en mis 17 años de vida.

Mi mejor amigo, la persona más preciada de mi vida, la única persona que en algun momento de verdad amé... acababa de romperme el corazón. Tras confesarle mis sentimientos, los que guarde durante años, esperando que fueran correspondidos. Fueron rechazados. Sin la más mínima delicadeza... "Yo no te amo"

Solo esas simples palabras, destrozaron mi corazón, de tal manera que decidí nunca más volverme a enamorar.

.............

Yo vivo sola con mi mamá, ya que soy hija única, y mis padres se habían divorciado 3 años atrás. —sí, el la engaño y ahora tiene otra familia. Razón por la cual no le hablo.

Volviendo al punto. A ella la acababan de transferir de trabajo a otra cuidad, motivo por el cual nos tuvimos que mudar.

Dejando atrás todo lo que yo conocía, mi casa (donde había vivido toda mi vida), mis amigos, el instituto, mi primer amor.... todo mi pasado.

Para distraerme un poco y despejar mi mente, decidí salir a tomar un poco de aire fresco.

Pasaba frente al parque de mi nuevo vecindario, cuando me topé de frente con un muchacho alto, que llevaba puesta una capucha negra. Un tanto misterioso en mi opinión.

Me le quedé viendo, cuando el levantó la mirada y nos quedamos viendonos unos segundos.- Sentí que el mundo se detuvo por un instante. Solo él y yo, hasta que volví a la realidad y él paso directo.

—Que muchacho más extraño.-dije en mi mente. Pero es aún más extraño lo que acaba de suceder...

Seguí caminado tratando de ignorar ese incomodo momento que acababa de pasar.

..................

Llegué a mi casa, directo a la que ahora era mi habitación.

Pero aún no dejaba de pensar en lo ocurrido recientemente, tenia curiosidad por saber quien era ese muchacho....—Jane! baja a cenar —gritó mi mamá desde la cocina.

—Ya voy!! —grité a todo pulmón.

Durante la cena estuve muy callada, mi mamá trataba de hacer conversación, mientras yo estaba metida en mis pensamientos.

—Jane, ¿ocurre algo? —me miró mamá un tanto preocupada.

—No nada —contesté fríamente, sin ninguna expresión en mi rostro.

—¿Estas segura?, te noto un poco ausente estos últimos días... —dijo ella mientras se limpiaba la boca con una servilleta.

—No es nada mamá, no te preocupes, estoy bien —volví a aclarar, otra vez con un tono frío.

—Anda hija, puedes decirmelo, sabes que puedes confiar en mi — esbozó una media sonrisa.

—Que no es nada mamá!, ya deja de insistir —dije esta vez alzando un poco la vos mientras me levantaba de la mesa.

—Lamento todo lo que a pasado, que nos tuviéramos que mudar tan de repente. Entiendo que debes estar un poco afectada por todos estos cambios tan repentinos...

—Sí, es eso mamá, ahora si me disculpas me iré a dormir —dije dándole la razón para que no me siguera molestando. Sabiendo que ese no era el verdadero motivo de mi comportamiento.

Llegando a mi cuarto, me lance directo a mi cama. Me quede viendo unos minutos al techo, undida en mis pansamientos, hasta por fin quedarme dormida.