Capitulo 9

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En la sala del director hubo complicaciones, ósea mi cabello, no se permitía traer el cabello pintado de colores demasiado llamativos
-no, director, es su color natural, como las pelirrojas, ella es peliazul- explica Gab sentado a mi lado
-nunca he conocido a alguien que sea peliazul natural- dice el director confuso, su rostro decía que no se lo creía
-nosotros tampoco hemos conocido personas como nuestra hermana, para nosotros es la única de cabello azul natural, pero no nos importa, sigue siendo nuestra hermana, supongo que aquí en el colegio no habrá problema, solo será una estudiante más- explica Vee, hablaban de mí como si fuera invisible, el director me volteó a ver directo a los ojos, aparté la vista de inmediato, odiaba mantener contacto visual con alguien
-¿o me equivoco?- pregunta Vee mirándolo con ojos suplicantes, el director deja soltar un suspiro largo de rendición
-lo tomaré por alto este pequeño tema, bien, ¿Ada?- asiento al director- de acuerdo, firma aquí por favor y estarás inscrita al colegio igual que tus hermanos- tome la pluma que me ofrecía y firme la hoja
-¡Yeiii!- grita entusiasmada mi hermana, los tres damos las gracias y nos retiramos.
Después del colegio fuimos a acompañar a Vee a una tienda de ropa donde consiguió trabajo, luego Gab lo consiguió en un mecánico
-Ada, ¿tienes una idea donde trabajar?- pregunta Gab aún conduciendo
-nope, tal vez en una cafetería- propongo, y como si fuera un deseo aparece una frente a nosotros, nos estacionamos ahí y entro a la cafetería
-buen día, yo...vengo a ver si puedo trabajar aquí, mis hermanos y yo llegamos apenas y no tenemos dinero, ¿cree que pueda ayudarme?- le pregunto al chico frente a mi
-si claro, de todos modos soy solo yo, así que necesito ayuda- el rubio me sonríe y me entrega una hoja
-solo firma aquí, y coloca tu nombre aquí- señala a las líneas donde debo escribir, lo hago y se la entrego
-bien, empiezas mañana a las cuatro, trabajas de lunes a jueves- me explica
-¿qué pasa con los demás días?- pregunto
-hay otros dos que vienen esos días- me dice, rascándose la nuca
-¿porque nosotros trabajamos más?- vuelvo a preguntar curiosa
-porque las fiestas geniales son los viernes, sábados y domingos, y gano más dinero- me sonríe malicioso
-vale, entonces, mañana te veo, gracias por el trabajo- y me dirijo a la puerta
-¡Ey!- me llama el rubio
-¿cuál es tu nombre?- pregunta sonriendo, le devuelvo el gesto
-está en los papeles ¿no?- y salgo.

Entre la Luz Y La Oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora