Capítulo 16

62 4 2
                                    

Tommy

La ultima noche en Milan, salimos con Georg a beber a un bar en el centro de la cuidad, allí muchas fans esperaban por mi, ansiosas por que les regalara una foto o una firma de mi parte, solo a unas les concedí ese privilegio y luego entre en el bar; la música resonaba por todas partes y las parejas en la pista de baile se movían al son de la música, bailable la que mas me gustaba, con Tom fuimos hasta la barra para pedir unos tragos y conversar un poco.

-Estas feliz?
-Como no estarlo, todo esto ha estado genial y ahora tengo muchos proyectos y metas en mente para estas canciones.

Estaba emocionado y, a pesar de que no olvidaba lo que Tom había ocasionado en mi, estaba por un minuto dispuesto a dejar ello a un lado y disfrutar de esta ultima noche.

Me gustaba ver a Bill feliz, era algo que en verdad no sabia como explicarlo, esa noche entre los tragos y todo lo que hablamos, estaba mas que complacido por las nuevas energias de mi hermano, era como si todo lo que le había lastimado, él lo hubiera olvidado, pero tengo que ser realista, el daño que le estoy causando es lo que él siempre llevara consigo, la música sonaba y Bill ya con unas cuantas copas de más se animó a bailar, me anime junto a él y al ser un lugar donde nadie podía conocernos le acompañe.

Bill se pegaba a mi cuerpo al son de la música, con sus movimientos me estaba provocando, deseaba estar a solas con él y poder remediar todo el daño que le había causado, pero no podía, ya que allí estaba Ria, ya no sentía lo mismo por ella, siempre ha sido Bill en quien me he interesado y, aunque este mal, siempre será él en quien me voy a fijar, no importa sí nuestras vidas se separan, siempre me preocupare por que Bill, mi Billy este feliz, así como ahora. Le sujete de la cintura mientras mi hermanito movía sus caderas al son de la música, volteo y me miro de esa manera que me seducía aun cuando no se fijaba, pero en esta ocasión era como si lo estuviera haciendo intencional, la noche avanzaba y deseaba que éste momento no terminara, volvimos la barra para beber algo de agua y desintoxicar nuestro sistema, me levante al baño para lavar mi cara y pensar bien lo que estaba haciendo, de verdad estaba dispuesto a apoyar a mi hermano en todo lo que él quisiera, y si para ello tenia que alejarme un tiempo, así como lo hice cuando me entere que estaba envuelto en las drogas, lo haría solo que ahora la situación era completamente diferente, era yo quien tenía que aceptar este nuevo rumbo que mi hermano estaba siguiendo.

Al regresar Bill no estaba donde le había dejado, me acerque a Georg para saber si le había visto, pero no... me estaba empezando a preocupar, en el estado en que estaba Bill era capaz de cualquier cosa; le busque por unas horas más y decidí que era mejor regresar al hotel ya que al día siguiente teníamos que regresar a California.

La llegar al hotel entre en la habitación con Ria, ella solo se recostó y no dijo palabra alguna en relación a lo que estaba ocurriendo, solo quería dinero para comprar sus caprichos, eso me recordó a Bill, hacia solo unos meses que estaba ensimismado en comprar tonterías solo para pasar por su fase de diva y ahora me enfrentaba con Ria en la misma situación, esa misma madrugada le deposite unos 3.000 US$ y nos fuimos a dormir, cada quien en su lado de la cama, no nos tocamos y el sueño nos venció a ambos.

Por la mañana el desayuno llego temprano, en el estado en que me encontraba lo único que quería era seguir durmiendo y olvidarme del viaje que estaba por realizar, ya que también extrañaba a los perros, pero al mismo tiempo deseaba quedarme allí para descansar y relajarme.

Antes de salir del hotel pude ver a Bill con muy mala cara, me acerque a él, su postura lo decía todo, había pasado una buena noche pero no consiguió dormir bien. Y como no luego de todo lo que bebió unas horas antes, aun no dejo de sorprenderme lo poco que se de Bill, a pesar de que han pasado varios años en que volvimos a estar juntos, él no se ha abierto por completo conmigo y falta mucho que saber el uno del otro. No dejo de pensar en que todas las decisiones que tome fueron pensando en él.
-Que tanto me miras

Obsesión fraternal (Tom y Bill Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora