Capítulo 9: Abre los ojos a la realidad

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Me giré al sentir que alguien tocaba mi hombro. Era un hombre joven. Iba vestido con un traje.


______: ¿Es usted Juliette O'Connor? Yo soy Brad Hemmings el abogado de su marido.

-Juliette: Si soy yo. No sabía que mi marido tuviese un abogado.

-Brad: verá. Su marido me hizo prometer que solo aparecería si a él le pasaba algo. Hay algo que debes saber. Lo que te voy a contar tiene que quedar solo entre nosotros. Una vez que todo esté solucionado podrá salir a la luz. Pero de momento tiene que ser secreto.

-Juliette: está bien - dijiste no muy convencida. No sabías que te iba a contar. Tampoco sabías si fiarte de él pero la verdad es que transmitía bastante confianza.

-Brad: aquí hay demasiada gente para lo que te voy a contar. Mejor vamos a ir a mi casa. 


Me ayudó a meter el cochecito de Gael en el maletero y después nos fuimos. El trayecto transcurrió en absoluto silencio. En unos 20 minutos llegamos a una gran casa. Ahora si empezaba a creerme que era abogado, y debía de ser de éxito, porque la casa era prácticamente una mansión. No se como lo había hecho pero en la casa parecía que era de noche. Era un efecto increíble. 

Al llegar me ayudo a salir, cogiendo a Gael en brazos

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Al llegar me ayudo a salir, cogiendo a Gael en brazos. Entramos en la casa y era todavía más espectacular que por fuera. Al entrar había una enorme escalera en color blanco. Nos dirigimos a un enorme salón.

 Nos dirigimos a un enorme salón

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Una vez allí Gael empezó a quedarse dormido y con el permiso de Brad lo tumbé en el sofá

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Una vez allí Gael empezó a quedarse dormido y con el permiso de Brad lo tumbé en el sofá.


-Brad: ya se que te lo he dicho antes pero esto tiene que quedar entre nosotros. El día del accidente... tienes que saber que todo estaba planeado, pero no todo salió como debía. Max llevaba recibiendo amenazas contra él y su familia, es decir, contra tus hijos y contra ti, más de un año. El día que tuvisteis el accidente las cosas tenían que ir de otra manera. El plan era el siguiente: antes de llegar al aeropuerto debíais pararos en una gasolinera y Max tenía que ir al baño mientras vosotros cuatro le esperabais en el coche. Una vez en el baño un hombre que trabaja para nosotros debía entrar en el mismo baño al que había entrado Max y debía simular que lo había asesinado. Ya se que el plan parece una locura pero lo planeamos así para que la gente que iba a por Max creyese que había sido asesinado y así os dejasen en paz, que era el principal objetivo que Max quería. Pero como ya sabes, antes de llegar al aeropuerto otro coche embistió contra vosotros. 


Cuando dijo eso ya no pudiste más. 


-Juliette: ¿me estás diciendo que sabías que había amenazas de muerte contra mi marido y no hiciste nada? ¿Porque no lo denunciasteis? ¡Mis hijos podrían haber muerto!

-Brad: te entiendo Juliette de verdad. Pero el plan debía seguir como lo habíamos establecido. Ahora viene lo más importante que debes saber. Max está vivo. Y si quieres os podemos llevar a tus hijos y a ti con él. Pero tienes que saber que si aceptas nadie podrá saber nada de esto. Tendrás que inventar algo que decir a todo el mundo.

-Juliette: entonces ¿nadie sabe nada de esto? ¿Solo tú y yo?

-Brad: eso es. Si aceptas no te podremos decir a donde vamos. Simplemente tendrás que confiar en nosotros. 

-Juliette: por su puesto que acepto. Necesito estar con Max y los niños lo necesitan. No voy a decirles a las niñas a donde vamos. Simplemente les diré que nos vamos de viaje.

-Brad: para que no sea tan sospechoso, os vais a ir de viaje de verdad a donde queráis como cualquier familia se iría. Y cuando acaben tus vacaciones yo mismo te recogeré y os llevare con Max. Por seguridad solo yo se donde está él. 

-Juliette: está bien. ¿Cuando nos tenemos que ir?

-Brad: cuanto antes mejor. Si puede ser dentro de tres días será lo mejor.

-Juliette: está bien. Hoy mismo iré a hablar con la profesora de la guardería de las gemelas para decirles que nos mudamos a otro país. ¿Eso puedo decirlo?

-Brad: si. Mientras que nos des pistas de a donde te diriges puedes decirlo. Tienes que explicarle a la gente que te vas pero dejándolo abierto ¿Entiendes?

-Juliette: si, entiendo. Como si fuese un viaje sorpresa . Que en el fondo para las niñas va a ser así. 

-Brad: eso es. Max tenía razón.

-Juliette: ¿en qué tenía razón? ¿Te habló de mí? 

-Brad: en que eras la mujer más increíble, valiente e inteligente que había conocido jamás. Y ahora que yo mismo te he conocido en persona lo puedo corroborar. 

-Juliette: muchas gracias, señor Hemmings, de verdad, de corazón. 

-Brad: por favor llámame Brad. Tu marido y yo nos conocemos desde hace años.

-Juliette: pues muchas gracias Brad. Bueno yo me tengo que ir ya, que sino la hermana de mi marido va a empezar a preocuparse.

-Brad: antes de irte, muchas gracias por tu paciencia y tu confianza. No todo el mundo vendría con un absoluto desconocido. Por cierto, toma este móvil. Nunca tienes que separarte de él. Por aquí nos pondremos en contacto y debes informarme de todos los movimientos que haces para saber en todo momento donde estás. Así en caso de que pasase algo, que no va a pasar, siempre podrás ponerte en contacto conmigo. Por seguridad un guardaespaldas irá siempre contigo a todos los lados. No irá justo a tu lado pero irá unos metros detrás de ti. Juliette te presentó a Matt. Matt está es Juliette la mujer de Max. 

-Matt: encantada Juliette

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-Matt: encantada Juliette. ¿Nos vamos? A partir de ahora estaré siempre contigo. 


Ambos nos dirigimos al coche. Yo llevaba a Gael en brazos que acababa de despertarse y no para de sonreír a Matt. No le conocía de nada pero me daba mucha seguridad tenerle allí, y parecía que a Gael le caía bien. 

The Driver and The NurseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora