1. Nueva vida.

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Árboles, más árboles, la luna, un río, tierra.

Árboles, más árboles, más tierra.

-Mmm.. -murmuró Carlota en sueños. Acaricié suavemente su cabeza, que en esos momentos descansaba sobre mí. Automáticamente una expresión de tristeza adueñó mi rostro, e intenté que las lágrimas no corrieran por mis mejillas.

-Descansa Carlota, ya hemos tenido suficiente por hoy. -susurré más para mí que para ella.

Al cabo de 20 minutos después, el hombre paró el taxi.

-Ya hemos llegado. -informó echando una rápida mirada hacia nosotras. Asentí con la cabeza y saqué en brazos a Carlota del coche.

-Gracias por todo. -dije, y sin una respuesta por su parte, el taxista salió de aquel lugar rápidamente.

Suspiré y me giré hasta quedar frente al lugar que iba a ser mi hogar durante los próximos años.

"Starberry Field"

-Mmm.. ¿Dónde estamos? -preguntó una adormilada Carlota en mi hombro. La bajé suavemente hasta darle la mano, y ella se frotó los ojos con su otra mano.

-Estamos en la nueva casa Carlota. -dije intentando sonreír.

-Ah.. ¿Dónde está Marcos? -preguntó ella con una pequeña sonrisa. Algo en mí se quebró.

-Él.. Él ya viene Carlota. ¿Qué te parece si vamos entrando? ¡Seguro que aquí haces muchos amigos nuevos! -dije con un entusiasmo fingido.

-Bueno.. ¿Pero cuándo volveré con mis antiguos compañeros? -preguntó ella con un pequeño bostezo. Decidí ignorar su pregunta.

-Vamos, no podemos llegar tarde. -me dirigí hacia la entrada de aquel enorme lugar, y ambas entramos.

-¡Hola! Bienvenidas. Yo soy Caroline, la subdirectora del Starberry Field. -dijo aquella mujer de mediana edad con una cálida sonrisa. Carlota se escondió un poco detrás de mí.

-Y tú debes de ser Carlota Grayson, ¿verdad? ¡pero qué guapa eres! ¿Te está gustando tu nuevo hogar? -preguntó Caroline con una sonrisa. Carlota automáticamente me miró algo triste.

-Andrea quiero volver a casa, ¿cuándo viene Marcos? -preguntó ella agarrando fuertemente a Teddy, su osito de peluche. Caroline me miró un poco apenada, pero aparté la mirada. No necesitaba la compasión de nadie.

-Pronto Carlota, vamos a nuestra habitación. -dije y volví a mirar a Caroline para que nos indicara adonde teníamos que ir.

-Bueno... Las habitaciones van por edad, así que me temo que no podrás dormir con tu hermana. Los sorteos de parejas, que por cierto, podrán ser mixtas, se darán en el salón dentro de 5 minutos. Bienvenidas de nuevo. -dijo Caroline, y acto seguido nos acompañó al salón.

¿Parejas mixtas? ¿Eso quería decir que podría tocarme pasar el resto del año con un chico? Sin duda mi vida no podría ir peor.

Al llegar al salón, todos los alumnos de todas las edades se encontraban de pie, hablando, riendo...

-A ver, atentos, guarden silencio. -dijo una voz al micrófono. Era una chica de unos 30 y pocos años. Todo el mundo guardó silencio.

-Como muchos ya sabréis, y para los que no, yo soy Amanda. Bueno, después de asignaros la pareja, os pasaréis por secretaría y al dar vuestros nombres, la persona que en esos momentos se encuentre allí, os dará vuestro número de habitación. Ya sabéis que las parejas son mixtas, o quizá no, todo depende del sorteo. No aceptaremos quejas, no habrá cambios a menos que los profesores lo crean extremadamente necesario.

Todo el mundo murmuraba cosas, y a algunos se les veía visiblemente nerviosos. Carlota apretó mi mano llamándome la atención. Ella no entendía nada de esto, y sinceramente, yo tampoco.

-Bueno, procedamos primero con los más pequeños. -dijo Amanda y así fue diciendo poco a poco hasta nombrar a Carlota, la cual iba con una tal Lucy. Bueno, al menos no le había tocado con un chico.

Y cuando me quise dar cuenta, llegó mi turno.

-Andrea Grayson... Con Axel Collins. -dijo Amanda, y siguió diciendo nombres que no llegué a escuchar.

¿Axel? ¿Un chico? No lo sabía, pero tenía toda la pinta. Suspiré frustrada, y me mordí el labio.

-Andrea Andrea Andrea -dijo una pequeña voz desde abajo. Miré a Carlota.

-¿Qué pasa Carlota? -pregunté.

-¿Qué te pasa? -preguntó ella alzando una ceja en señal de confusión. Fruncí el ceño. ¿Cómo sabía que pasaba algo?

-No.. No pasa nada, ¿por qué lo preguntas? -dije con una sonrisa. Eso solo la hizo alzar un poco más la ceja.

-Porque te estabas mordiendo el labio. Siempre que te muerdes el labio pasan cosas malas. -dijo ella frunciendo el ceño.

-¿Cosas malas? ¿De qué cosas malas estás hablando Carlota?

-Pues.. La vez que estábamos en el parque y te mordiste el labio cuando te diste cuenta de que perdiste el dinero para los helados, o la vez que llegamos tarde a clase porque al salir de casa tú te estabas mordiendo el labio, y significaba que se había roto el coche. O... -dijo, y automáticamente calló.

-¿O qué?

-O... Ayer por la noche cuando me obligaste a que me quedara en casa de Alejandra a dormir... Y desde ese momento no hemos vuelto a ver a Marcos... -dijo, y el labio me comenzó a temblar. Me mordí el interior de la mejilla para no llorar. Yo también lo echaba de menos.

Cogí su mano, y después de conseguir el número de habitación en secretaria, dirigí a Carlota a mi habitación. Aunque fuera solo por hoy, Carlota dormiría conmigo.

***

Fue complicado encontrar la habitación, pero finalmente la encontramos.

Entré con Carlota de la mano, y al entrar, agradecí que ella fuera detrás mía.

-Hol.. ¿¡Pero qué?! -grité. Escondí más a Carlota detrás de mí.

Un chico y una chica se encontraban en la cama de la izquierda. La chica se puso su camiseta tranquilamente, y el chico incluso parecía disfrutar de la situación.

-Asher, ¿es esta es la tal Aitana? -dijo ella con una voz de pito que juraría que podría romper cristales.

-Andrea, es Andrea. -dije, y ella me echó una mirada de superioridad.

-Como sea... ¿Qué hace esa mocosa aquí? -dijo ella. En seguida se me pusieron los pelos de punta, pero justo antes de que cualquiera de los presentes en esta habitación pudiera hablar, Carlota interrumpió.

-Yo solo quiero ver a Marcos ya Andrea... -repitió ella, y las ganas de todo desaparecieron de mi cuerpo. Me estaba desesperando. ¿Cómo se le decía a una niña de 5 años la verdad?

-Tira a llorar a tu habitación, no deberías estar aquí. -dijo la chica de voz de pito. Solté la mano de Carlota y avancé hacia ella.

-¿Quién coño te crees? -le dije claramente enfadada. Ella se sorprendió.

-¿Quién coño te crees tú para hablarme de ese modo? -dijo ella visiblemente irritada.

-Escuchame barbie, como vuelvas a mencionar o dirigir la palabra a mi hermana, todas estas extensiones tuyas acaban aquí. ¿Lo has entendido? -dije acercándome hacia ella al tiempo que la apuntaba con mi dedo índice. Ella abrió los ojos como platos, pero no dijo nada más. Al cabo de 5 minutos matándonos con la mirada, salió de la habitación chocándome con su hombro al pasar. Rodé los ojos, y suspiré varias veces intentando tranquilizarme.

En ese momento, Carlota se vino a mi mente. Miré rápidamente para ambos lados de la habitación, pero no estaba allí.

-¿Carlota? ¡Carlota! -grité. Automáticamente comencé a hiperventilar. Salí de la habitación, y antes de correr en su busca, escuché su voz. Me giré, y la vi escuchando con atención al chico que iba a compartir habitación conmigo estos últimos meses. Cómo se llamaba..

De repente Carlota se giró y desapareció por el pasillo llegando a su habitación, y mi compañero de habitación se dispuso a llegar a la mía.

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⏰ Última actualización: Feb 13, 2019 ⏰

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