"El oso de peluche, el brujo y la navaja."

~Dos~

Oso de peluche.

La pequeña Nora de tan solo 8 años ve como sus padres pelean y gritan dentro de su habitación, su tristeza se percibe a metros en los verdes ojos de la pequeña niña, ella tenía como compañía solamente al oso que su hermano había dado en su cumpleaños hacía ya un año.

Ayer fue su cumpleaños, el mismo día en que se cumplía un año de la muerte de su hermano mayor. Aquel, tenía depresión, falleció por un corte vertical en su muñeca, dejó a su pequeña hermana, sola, con el oso de peluche. Sus padres no se preocupaban por ella, no la querían, realmente solo la tenían para no quedar como "los malos padres que dejan abandonadas a sus hijas en algún orfanato", solo les importaba la opinión de la gente.

En su cumpleaños ninguno de sus progenitores le dio un regalo ni si quiera la saludaron, lo único que recibió fue un pequeño collar que le obsequio su nana.

Nora al no querer observarla escena de sus padres, corre a su cuarto y se sienta en su cama, se aferra al oso pensando que su hermano está junto a ella. Se siente demasiado sola.

Mientras pensaba, a su alrededor había una extraña sombra,de un chico de unos quince años, de verdes ojos iguales a los de Nora y James, su hermano. Esa sombra la miró por largo tiempo, en sus ojos se observaba su tristeza al ver a Nora en ese estado, luego de un rato miro el oso de peluche y se introdujo en él, por unos segundos el oso tomó los ojos color esmeralda para luego desvanecerse poco a poco hasta tomar definitivamente los ojos del oso.

Por mucho tiempo, Nora, estuvo pensando cometer la misma locura que su hermano, lo extrañaba, quería estar otra vez junto a él, quería sentir una vez más esos brazos, rodear su cuerpo y que le aseguraran que todo estaría bien.

Su vida ya no le importaba nada, en estos momentos solo pensaba en estar junto a su hermano, buscó la navaja que tenía escondida en su mueble, tomó el oso y se fue directo al baño.

La pequeña dejó al oso a un lado de ella y tomó la navaja, lo dudó por uno momento, acercó el filo a su muñeca izquierda, pero antes de hacer el corte, el oso de peluche se levantó y le arrebató el cuchillo de sus manos.

-No cometas el mismo error que yo-dijo el oso mirándola fijamente a esos ojos, Nora lo miró y por un segundo vio a James-¡No lo hagas!, ya no estarás sola, ahora estaré siempre contigo.

Nora se quedó paralizada sin poder creer lo que sus ojos veían, ¡era James su oso! La voz de su hermano era inconfundible para ella.

Nora abrazo fuerte a su peluche.

-Nunca más me dejes-le rogó Nora a su hermano.

-Nunca más te dejaré-respondió James.

Pero el destino tenía otros planes para esos dos hermanos.