Lucky One {ChanBaek / BaekYeol}

Prologo.

Habían pasado casi dos años desde que Kris nos había abandonado, aún no tenía idea de las razones por las que decidió dejarnos... Llevándose consigo a Luhan y Tao.

Fue una tarde lluviosa, Kris había tenido una cara pensativa toda la semana. Ese día permaneció perdida en algún punto en el infinito, con las manos cruzadas en su rostro mientras el grupo se disponía a preparar la mesa para cenar todos juntos ya que había sido mucho el tiempo que esto no sucedía. Su ceño estaba levemente fruncido y parecía pensativo, una actitud que jamás había visto en el.

—Kris, ¿estás bien? — Caminé hasta el sillón donde se encontraba sentado y levantó su mirada un poco para negar con suavidad y subir levemente las comisuras de sus labios.

—Baekhyun... Sí, estoy bien, no te preocupes. — Se levantó del asiento, me dio unas palmadas en el hombro y se dirigió a su habitación, lo observé con una expresión de preocupación en mi rostro y me contuve de seguirlo, todos observaron la situación extrañados y solo me alejé para ayudar en lo que faltara.

Esa misma semana Kris presentó su demanda contra la empresa, sentí como algo dentro de mí se rompía sin cuidado, estrepitosamente, dejando una marca permanente en mi corazón que no iba a ser tan fácilmente reparada.

Supuse que habrían sido problemas personales, quizás su madre había enfermado y por eso necesitaba el tiempo extra para cuidar de ella y que no llegara a ocurrir una tragedia, pero la razón nunca estuvo clara. Por varias semanas escribí al celular de Kris, quería saber que ocurrió pero nunca obtuve respuesta, hasta que un tiempo después Luhan, siguiendo el mismo camino de Kris, dejó el grupo con otra demanda, ahí fue donde Kris comenzó a decirme un montón de cosas sin sentido como que debíamos escapar rápidamente de la empresa, que deberíamos estar alerta a cualquier cambio, que su salida había significado algo y que siguiéramos pistas y uniéramos los cabos sueltos. Nunca dando una razón exacta.

Hasta que la ultima demanda llegó, siendo esta de Tao, dejándonos simplemente con un 'Lo siento, Hyungs' y un montón de excusas que él ni siquiera sabía dar. Solo había algo en común entre estos tres individuos y eran las miradas pensativas y perdidas que tenían unos días antes de irse sin más del departamento en el cual vivíamos juntos cuando nos reuníamos todos.

Luego de eso las cosas comenzaron a ser extrañas, hostiles entre los miembros, algunos ni siquiera salían de sus habitaciones, realmente me preocupaba, al igual que Junmyeon, Minseok y Kyungsoo. Parecíamos ser los únicos que se daban cuenta de esto.

Un día como era costumbre, nos reuníamos con el manager y algunas otras personas del staff, estábamos todos ordenados en una larga mesa de conferencia. Mientras esperamos a los superiores, se nos ofrecieron bebidas, a lo que solo Junmyeon y yo respondimos agua, ganándonos un ceño fruncido de la linda chica que nos las ofrecía. La vi hablar con uno de los directivos lanzándonos miradas furtivas.

Junmyeon y yo nos miramos extrañados y prontamente la chica volvió con una sonrisa dejando las bebidas para cada uno sobre la mesa. Decidimos no tomarlas dejándolas sobre la mesa, cuando fuimos llamados por otra asistente que se asomó por una puerta de la cual no me había fijado que existía.

Junmyeon y yo la acompañamos. Un largo pasillo se abría ante nosotros, con varias puertas en este, se nos ordenó entrar a una pequeña sala con dos sillas, miré el lugar dudoso pero hice lo que me pidieron, igualmente mi acompañante. Lo que siguió pareció lo que fuera una eterna tortura.

Otras dos señoritas vestidas completamente de blanco entraron al lugar, sin expresión alguna, nos levantamos de las sillas casi simultáneamente pero ya estas nos habían tomado los brazos con una gran fuerza que no esperarías que viniera de una chica de baja estatura casi raquítica, y clavándonos en estos una jeringa con un liquido negro, vi como mi compañero caía desplomado en el suelo mientras yo solo podía removerme en el lugar mientras que la chica que me tenía atrapado clavaba otra jeringa, pero esta vez en mi cuello.

Sentí un dolor punzante en este, cortándome la habilidad de respirar, mi vista se nubló y luché por permanecer despierto, hasta que cubrieron mi boca con un pequeño pañuelo, haciéndome perder la conciencia inmediatamente.

Aquellas bebidas no eran simples ofrecimientos de cortesía, estaban sedando a los miembros, ¿Cómo es que jamás nos habíamos dado cuenta? ¿Por qué estaban haciendo semejante atrocidad con nosotros? Las preguntas no terminaban de rebotar en mi adormecida cabeza.

Así que a esto se refería Kris... Sentí mi pecho doler y abrí los ojos exasperado, levantándome de una camilla mientras los miembros a mi alrededor me veían con expresiones de preocupación soltando suspiros de alivio al ver que por fin había despertado.

Estén listos para escapar cuando lo descubran. El mensaje de Kris llegó a mi mente, dejando un rastro intriga en mi pecho y la ansiedad me invadió.

Ahí fue donde comprendimos la verdad detrás de todo.