LLEGADA

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Es viernes por la tarde, mi hora de llegada se ha retrasado veinte minutos por algunas turbulencias que sufrimos, la mayoría de personas salen eufóricos ya que poder llegar a Chicago a sido toda una travesía, ahora al estar seguros, demuestran sus emociones, incluso vi llorar a una señora.

Yo por otro lado,  sentí las turbulencias casi al final ya que estaba dormida debido a que me tome dos somníferos para todo el viaje, aun así algunas personas me sacudieron hasta poder levantarme.

En la entrada del aeropuerto, observo como las personas se despiden, otras entran y salen a toda prisa por las diferentes puertas. Entre tantas personas trato de encontrar a mi abuelo, al cual no he visto por dos años. permanezco parada cerca de una columna, hasta que diviso a mi abuelo, sin pensarlo dos veces corro hasta el, el cual al verme sonríe de oreja a oreja, no ha cambiado nada en estos dos años, suéter vino con pantalones de color gris y su típico sombrero de color café que lo usa desde hace años sin importarle estar con calentador o traje.

-Linda!! ¿ cuanto tiempo sin verte?- dice eso mientras me abraza y me da un beso en la frente, mejillas, nariz....- estas hermosa, ah!!! cuanto has crecido- se aparta un poco, me examina y vuelve a abrazarme- bueno no tanto pero ya me llegas al hombro.

-Para abuelo, vas a llenarme la cara con babas- le digo en medio de risas- si  ya crecí abuelo, en serio estoy mas alta crecí 10 cm- si claro mi pequeña- se aparta y levanta mis maletas

-No es necesario, yo puedo llevarlas- digo sujetando la maleta

-Nada de eso, recién llegas y ya quieres ordenarme- dice mientras forcejeamos por la maleta-abuelo "suelta"

-No, señorita- dice mientras jala de esta.

-esta bien- digo haciendo una mueca, a lo que este empuja mi frente con su dedo índice

Salimos del aeropuerto y diviso el carro de mi abuelo un Jeep negro del 2013, recuerdo el año de ese auto ya que ese año, mi abuelo me llevo para que lo acompañe a elegir el auto. Eso ya hace unos cuatro años atrás, me subo de un salto al asiento mientras mi abuelo guarda la maleta en la cajuela. 

-bueno por ahora, directo a pizza hut, la super suprema, si no lo recuerdo mal eran tu favorita- asiento mientras bajo la ventanilla- también era la favorita de tu hermano- no digo nada por lo que mi abuelo continua-aun te comportas así con respecto a tu familia- interroga

-me comporto como siempre- me mira asombrado, mientras frena en el cruce

-creí que después de dos años ya estarían arregladas todas las cosas por allá

-digamos que las cosas están arregladas por "allá" por eso estoy aquí, crees que me mandarían si hubiera problemas- respondo con un tono molesto, pero tratando de controlarme ya que no me gusta gritarle a mi abuelo por eso.

-entiendo, aun sigues con esos pensamientos, pero no te preguntare mas hasta que tu decidas contármelo- arranca el carro

-perdóname, vienes a recogerme con buenas intenciones y yo comienzo con mis berrinches- 

- no te preocupes, ya te conozco ademas crees que te dejaría vivir en mi casa sino conociera tu carácter- sonrió- desde que  eras pequeña siempre tenias una personalidad diferente y aprendí a entenderte sin necesidad de palabras, ya que después de todo pasabas mucho tiempo conmigo y tu hermano.

no se que responder, mi abuelo tenia razón desde que llegue a esa casa, la mayoría me veía como algo extraño, incluso muchas veces creía que realmente tenia algo mal en mi, en esa época mis padres salían mucho ya sea por trabajo o vida social, así que me quedaba con mi abuelo y hermano, no solía hablar mucho en esa época, mejor dicho no me gustaba hablar ya que no tenia la confianza en nadie, pero mi abuelo empezó a hablarme poco a poco y me enseño a hablar en señas, así era como nos comunicábamos. Ese era nuestro secreto entendernos por señas

-Sam, Samantha levántate, ya llegamos- dice mi abuelo mientras me sacude el hombre

- que ya llegamos, cuanto dormí- digo mientras me desabrocho el cinturón- si ya levántate, vamos pequeña, parece que no hay muchas personas haciendo fila.

lo prometido es deuda, mi abuelo y yo comenzamos a devorar la pizza algunas personas nos miran sorprendidas una adolescente y un anciano comiendo ni que locos eso no se ve todos los días. Mi abuelo siempre ha sido alto y con algo de musculo ya que de joven fue militar, por lo cual tiene una gran presencia y resistencia, mientras que por otra parte yo soy pequeña, una de las incógnitas que siempre se genera cuando me ven comer es como me entra todo eso. la verdad es que suelo correr mucho, cuando era mas niña simplemente salia a caminar junto a mi abuelo o sola, así con los años eso cambio por excursiones, carreras, todo lo que me distrajera de los demás. 

-ya se acaban las bebidas- replica mi abuelo, mientras se mete dos rebanadas en la boca- ve a pedir dos mas- ordena,  la razón por la que me manda es porque quiere mis rebanadas, asi que acepto pero me llevo una ya que es capaz de comerse todas si me demoro.

me levanto y camino hasta la fila la cual no esta muy llena, al decir verdad solo esta una pareja de novios, me giro hacia mi abuelo y veo que ya esta por acabarse su parte,  haciendo que me desespere en la fila, los felicies novios siguen tocandose mientras que yo y el cajero intercambiamos miradas de frustacion.

-no se que pedir- afirma la chica, con una voz algo chillona, lo que me produce risa, pero no solo a mi sino al cajero, pero ambos se voltean a mirarme a mi ya que mi risa fue mas audible, me miran molestos, aunque la chica es la que esta mas molesta

-te estas burlando de mi novia- gruñe el chico, al cual es mas alto que yo con una cabeza, ojos azules, cabello castaño cenizo creo aunque parece pintado-respóndele- replica la chica, la cual es mas alta que yo también.

- lo siento, no fue mi intención ofenderte, digo eso y sonrió lo mas amigable que puedo

-Mmmmm no se, tu que dices mi vida- interroga la chica- esta bien, ya se disculpo- acto seguido se giran, ordenan y pasan a una mesa sin antes empujarme.

simplemente lo ignoro, no viene al caso, ademas mi atención esta en mi pizza , que por cierto ya esta siendo devorada, ordeno rápido y regreso a la mesa. Cuando llego veo que tres rebanadas de mi lado ya no están.

-Abuelo mis rebanadas- digo esto mientras extiendo mis manos, coloco una soda a su lado y le quito una rebanada- Sam- llama mi abuelo mientras sonríe inocentemente.

-no es mía y punto- digo comiéndome la rebanada

-esta bien, pequeña no te quitare mas, ¿por cierto por que tardaste?- busco a la pareja y como si fuera secreto me acerco a mi abuelo y le cuento haciendo una imitación de su voz tapándome la nariz- jajajajajajajajaja es la descripción escrita de la risa de mi abuelo en todo el lugar, digamos que tiene una risa algo fuerte, al levantar la vista veo a la pareja de nuevo. Aunque mi atención se dirige al chico, el cual no deja de verme


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⏰ Última actualización: Jul 05, 2016 ⏰

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Los Extraños Sucesos en la vida de DaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora