Dulces pesadillas

Mi nueva niñera

Me habian levantado a eso de las 08:00
Los rayos del poco sol que había
Me iluminaban la cara era horrible

-Mierda -dije con pesadez -Que puto asco.

Me bañé, me vestí y baje las escaleras rápido para desayunar vi a mi mamá estaba muy apurada comiendo una tostada en un  abrir y cerrar de ojos ella había terminado su desayuno.

-Me tengo que ir -dijo apurada

-Mamá estas segura de que quieres dejarme con una niñera yo ya sé cuidarme sólo es algo patético que mal gastes tu dinero así.

-Relájate ella será buena contigo me dijo que tenía experiencia con niños trabajaba como payaso será divertido.

-Mamá tengo 16 años no me jodas con esas mierdas.

Me miró con cara triste y sólo se limitó a decir:

-Por favor sólo inténtalo.

-Okay -le termine diciendo con un beso en la mejilla.

Me sonrió y se fue.

Me hice una tostadas con una leche comí mientras prendía la tv para ver las noticias y me encontré con la sorpresa que un loco se había escapado del hospital psiquiátrico.

-Una mujer de 28 años llamada Verónica,  por lo que nos informan,  escapó del hospital psiquiátrico quemando el lugar completo.  Su imagen es de una mujer de cabello rojo,  ojos negros,  voluntuosa y piel pálida - después la tipa siguió hablando pero no le puse atención.

  No me importaba la idea de que una loca se escapará de no sé donde, pero ella dijo unas palabras que me pusieron los pelos de punta ella se caracteriza porque viste de payaso.

Tenía miedo estaba metido en mis pensamientos hasta que el timbre sonó fui abrir la puerta cien do la pude ver una chica bastante guapa
Cabello rojo y ojos negros mierda que tas si ella es... No, no puede se sólo es una coincidencia

-Hola-dije algo dudoso

-Hola soy tu niñera eres Andrés verdad? -dijo bastante alegre

Esta traía un bolso relativamente  grande en don de no tenía ni puta idea de que guardaba sin más la dejé pasar y la invite a tomar asiento

-Bueno, haré un poco de orden aquí-dijo animada.

-Ok-dije y me fui a mi habitación a jugar "Lol".

Cuando estaba jugando me sentía algo incómodo ella se parecía a la mujer en fuga del hospital eso me ponía lo pelos de puntas. Seguí metido en mis pensamientos hasta que alguien tocó la puerta de mi habitación, cuando abrí sentí algo clavado en mi estómago dolía y mucho.

-Mierda - bajé la vista hacia mi estómago, tenía un cuchillo clavado.

La observé a ella, su mirada me daba escalofríos. Prontamente comencé a escupir sangre y a torcer demasiado. Todo se tornó borroso y entonces, sin darme cuenta, caí al suelo.

El golpe en mi cabeza remató todo no se cuanto tiempo había un poco de sangre y jaqueca.

-Puta la huea-dije para mi mismo.

-Y, ahora, ¿qué puedo hacer contigo? - dijo una voz femenina en la oscuridad.

Era mi "niñera", me miraba con esa mirada que apenas puedo soportar. Vuelvo a mirar mi estómago, aún me duele, pero lo ignoro.  

Continuará...