Otra noche más de desvelo. Pensaba un joven mientras intentaba aniquilar a un enemigo en una partida online de Conter Strike. No, no me ganarás. Gritó mientras descarga en un contrincante las balas de su Kaláshnikov. Su arma preferida.
Bala, tras bala, munición tras munición en el suelo, que provocaba ese sonido -Tac, tac, tac- la urbe de sus ojos iban tornándose blancas - Click, click,click- brama el ratón de computador -Tac, Tac,Tac- sin piedad.
Mucha noche de videos juegos. Mucho redbull. Mucho café. Poca diversión. Demasiada diversión.
Más de lo mismo pensó. Realmente aquel joven no hacía mucho. Trabajaba desde casa, comía en casa, dormía en casa, vivía literalmente su vida en casa.
En lo más profundo de las mazmorras de su cuarto sintió sed. -En un rato voy- pero aquella deshidratación era horrible. Como en los juegos online no existe el botón de pausa, tuvo que desconectarse, no iba a permitir que una necesidad humana alterar su perfecto estatuto de 100 baja para los contrincantes y ninguna para él.
Sintió los músculos muy tensados cuando se puso velozmente de pie. 5 horas continuas sentado frente al ordenador atrofia brutalmente los músculos de la pierna. Camino hasta la sala sintiendo un leve calambre. Se sirvió un vaso de agua fría. Lo enguiñó sin piedad. Rápido. Otro, luego otro, y otro.
Sin esperarlo se percató que no había comido alimento alguno en todo el día. Fue la nevera y presenció lo que a muchas madres, mujeres, esposas le hubiera asustado. Solo tenía bebidas energéticas, un queso rancio de hace dos semanas, una cebolla, zumo enlatado y unas cuantas galletas viejas de soda, que solía combinar con aquel no tan blanco queso.
Su cabeza entró en la esquina más profunda del refrigerador cuando por casualidad la energía eléctrica se fue. -MIERDA, mi partida- Subió velozmente la cabeza y chocó contra la parte de metal de las neveras viejas, una mancha de sangré corrió por su cara.
-La lotería-
Cerró de un portazo el baúl de los alimentos y fue en busca de una vela. Literalmente era ciego. Todo era oscuridad a su alrededor, no veía nada, no oía nada, no olía nada.
-Pues a la carga-
A pasos lentos iba tanteando la oscuridad. Lo primero en tocar fue un plato de porcelana que esta tibio -Que raro- ignoró el extraño sucesos y continuó buscando una vela. Sintió un airé extremadamente caliente correr por su espalda. Y el frió abundaba en la sala. -Qué es esto-.
De un momento a otro sintió que alguien estaba parado de tras de él, y en ese preciso momento buscando una vela encontró con las puntas de los dedos un encendedor. Se lo colocó en toda la mano. Puso su pulgar en la rosca y se volteó velozmente al momento en que encendía la llama.
Para su sorpresa, no había nadie. Se quedo perplejo. No había nadie a su alrededor. ¿Dios? Entonces, paso.
-Detrás de ti idiota-
Su piel se helo, su corazón se detuvo, su cerebro dejo de funcionar, perdió el control de sus esfínteres y un calor abrazador como las llamas del infierno se deslizo por sus muslos engarrotados, pasando por sus rodillas y llegando hasta su pies, un calor abrazador con olor a miedo y cobardía.
-Quién anda ahí-
-Detrás de ti idiota- No se atrevía a voltear, el miedo era más grande que su inmensa curiosidad. Se encomendó a dios, sabía que algo malo le sucedería, había jugado muchos videos juegos, sabía lo que a continuación pasaría.
Al voltearse el humo del fuego le dio la bienvenida. No había nadie.
-Me estoy volviendo loco. Tanto redbull hace daño- Se dijo más en forma de regaño que de explicación y entonces sintió.
Sintió un leve aire en un costado. Un olor penetrante a hiero penetró sus fosas nasales y un fuerte dolor le hizo flexionar las rodillas. De la nada la hoja de un machete le había separado su brazo izquierdo.
-No estás loco-
Un hombre a quien no logró reconocer por la oscuridad lanzó otro feroz machetazo. Esta vez logró separar la cabeza del cuello.
-HAHAHAHA- Una satánica risa se apoderó del silenció de la estancia.
Todo se fundió en negro para aquel joven, que velozmente se deslizó por un túnel con hedor a carne putrefacta. Escuchó más voces, y sintió tanto pavor que nunca en la vida existirá tanto orine para explicarlo, cerró sus ojos y puso su mente en blanca.
Otra noche más de desvelo. Pensaba un joven mientras intentaba aniquilar a un enemigo en una partida online de Conter Strike. Cuando fue a pulsar el click izquierdo para accionar su arma, sus ojos se abrieron como platos.
¿Dios?
-Sí dios-
Cerró su laptop sintiéndose despavorido por eso que simplemente fue como un sueño, con un pequeño suspiro se levantó de su silla para irse a la cama, este teniendo temor a que el hombre del machete volviera otra vez. Dándose la vuelta miró aquella sombra en un rincón, el joven sintió que el corazón estába a punto de salirse de su tórax disparado hacia afuera, derrepente esa silueta enorme saldría de aquel rincón oscuro y su aspecto no era para nada agradable. Su cara era totalmente desfigurada y no más usaba una bata como si acabara de salir de un hospital.
- ¡ DIOS ! - Gritó el chico al ver como la silueta se acercaba hacia él.
Esa misma noche solo se escucharon los gritos de dolor.., desesperación y nada más.
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El loco del machete (Real)
ParanormalEl loco del machete, una historia totalmente real, sobre un jóven que esta obsesionado con los vídeojuegos, desvelándose en su ordenador sin saber que iba a llegar esa noche, esa última y terrorífica noche la cual pasó algo que jamás se imaginó que...