Capítulo 7: ¿Bendito lunes?

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Capítulo 7: ¿Bendito lunes?

Como el domingo no hice nada más que estar tirado en mi cama con el teléfono y ver series en la televisión, decidí hacer algo en este "maravilloso" lunes de clases.

Me vestí, desayuné rápido y me fui al instituto junto con Bella. El trayecto al instituto fue aburrido, ya que mi hermana estaba en su mundo y no hacía caso a nadie que no se llamase Edward Cullen.

No sé qué tendrá de especial un vampiro feo como él... ¿Será que le ha chupado la sangre? Pues no sé si le habrá chupado la sangre o no, pero teniendo la edad que tienen, puede que no sea eso lo que él le haya chupado. Cosas de la edad, supongo

Bueno, después de meterme mentalmente con mi hermana y el vampirito, llegamos al aparcamiento del instituto donde, de casualidad, el metrosexual Edward Cullen esperaba a Bella.

Bella se bajó del coche y se fue con él, fingiendo que ni yo ni nadie más existíamos. Lo mejor de todo es que la embobada de mi hermana me dejó encerrado en el coche sin darse cuenta de que no había salido aún.

Menos mal que, después de gritar durante 5 minutos, una chica que pasaba por allí me escuchó y la avisó. Al poco apareció mi hermana con cara de preocupación y me abrió mientras me pedía perdón por aquel suceso.

Justo en ese momento sonó el timbre que indicaba que los diabólicos profesores estaban listos para azotarnos con sus endemoniados látigos de mandar deberes y me dirigí a mi aula.

Nada más entrar vi que Mel había tenido la genial idea de sentarse en la mesa que estaba junto a la mía. Ojalá me quiera que contar mejor lo que había pasado.

Me acerqué a la mesa y la saludé mientras me sentaba e iba preparándome para la "super entretenida" clase de Biología. Tras veinte minutos, mi aburrimiento era tal que empecé a dibujar cosas sin sentido en mi libreta.

De repente Mel me dijo algo, pero no logré entenderla.

- No te he entendido. - dije casi susurrando.

- No pasa nada. Solo te había dicho que si hablábamos en el recreo.

- Por mí, vale. A si me explicas que pasó el viernes, si quieres, claro.

- Vale. - cambiándole levemente la expresión de la cara.

Un rato después, la clase llegó a su fin y, por suerte, las siguientes clases se hicieron más amenas que esta primera hora.

Tras aquellas clases llegó el momento que más me gustaba del instituto, el recreo. Aunque no tenía nadie más que Mel para pasar ese tiempo. Y eso si es que ella había ido a clase o no estaba entretenida con alguna otra persona. Cuando pasaba algo de eso, me quedaba solo, lo que era bastante habitual.

El pasillo a estas horas solía llenarse de alumnos. Estaba caminando tranquilamente cuando, sin darme cuenta, me choqué contra alguien. Me quedé tirado en el suelo con parte de mis apuntes esparcidos por ahí y mi mochila bastante aplastada.

Levanté la mirada y pude ver al chico con el que me había chocado. Por suerte, él no se había caído al suelo. Me tendió la mano mientras me sonreía amablemente.

Me fijé un poco en su apariencia. Era bastante más alto que yo, con el pelo blanco y los ojos grises. Tenía un cuerpo atlético, pero sin exagerar y una cara que trasmitía bastante amabilidad. Era bastante guapo, así que lo más seguro es que sea alguien popular y me haya metido en problemas.

- ¿Estás bien? - me preguntó amablemente.

- Eh... Sí, gracias - dije mientras cogía su mano y él me levantaba.

El hermano de Bella SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora