Eran pasadas las doce...
aún así siento que es de noche.
Suelo ensoñar con lo prohibido,
mientras en mis ojos se ilumine lo relativo.
La terquedad me da puntos a favor, lucho...
y a mi palabrerío nadie vence.
Frío. Aquella soltura de huesos que me hace estremecer.
Y en mi actual clemencia a la dependencia.
Eran pasadas las una...
Y mi corazón latía como quien despertara de su pesadilla.
Cada palpitar estaba combinado con el archivero de pensamientos.
Ya eran pasadas las dos....
y me estanqué en mi zona de confort.
Y disfrutabas de lo mío,
como si te perteneciera cada isla de mi archipiélago.
Y me excuso, si destilo tus maravillas.
Porque donde las palabras callan,
las miradas hablan.
Y te aferras al fragmento de un alma quebrada;
vuelas sobre los cimientos de una estrella mal formada.
Despréndete, evoluciona.
haz lo que a tu corazón le apasiona.
Y acude mi demencia a tu presencia,
eran pasadas las tres... y ya se asomaba tu ausencia.
La distinción entre mi paladar a tus labios y el tuyo,
es que al sentir aquello, no me apuro.
Eran pasadas las cuatro...
y mi cabeza gozaba en tu regazo.
Y lo más bonito de todo era,
que nuestro silencio destruía sólo a nuestra manera.
ESTÁS LEYENDO
Amando versos hasta la muerte.
PoetryEs hermoso enamorarse de las palabras del alma, esas que transitan por nuestra mente desapercibidas. Es hermoso escribir dichas palabras del alma, recobran vida al ser trazadas. ¡Que vivan los versos! ¡Que viva la inefabilidad! Que viva tu encanto...