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Desperte, por un momento habia olvidado que me encontraba en la enfermería, este lugar de verdad me aterraba, estaba tan vacío tan solo. Pero por suerte Marcus siempre estaba a mi lado. 

Aun no podía moverme, me encontraba atrapada en esa cama, tenía tantas ganas de salir y correr como lo hacia todo el tiempo, mis padre no me han venido a ver aun, eso es muy extraño. 

-Marcus. -Susurré. -¿Qué te parece salir de este lugar?

-Bromeas Alison, no puedes ni moverte. -me miró con tristeza.

-Pero solo quiero tomar un poco de aire. -dije con la voz triste. -Por favor Marcus sacarme de aqui, solo unos minutos. -le suplique. 

-¿A donde quieres? -Preguntó Marcus mientras se acercaba a la cama donde me encontraba. 

-A todos lados, quiero ser libre. Quiero salir de aquí.  -dije con desesperación. 

-Quizá podamos hacer algo. -sonrió. 

-¿De qué hablas? -pregunte confundida, era obvio que no podía salir de este lugar, apenas si me podía poner de pie. 

-Tu espera aqui Allison. -dijo mientras salía de la habitación con una gran sonrisa en el rostro. 

Mientras lo esperaba pensaba en todos esos momentos que habíamos pasado juntos, desde el momento en el que lo conocí, cuando solo eramos unos niños, el momento en donde me dijo que me amaba. Podía ver sus pequeños ojos azules mirando los míos mientras nos dedicamos a jugar a la familia. Fue cuando hizo la promesa de que no me iba a dejar nunca, que me amaría toda la vida. 

Un sonido me sacó de mis pensamiento, vi como la puerta se abría lentamente primero vi lo que parecía ser una rueda, después caí en cuenta de que se trataba de una silla de ruedas.

-¡Marcus! HAHAHA -Solté una carcajada. -De dónde has sacado eso. 

-Alice no se si te golpeaste la cabeza, pero hasta donde yo se, esto es un hospital. -Dijo. 

-Hubiera sido más romántico cargarme entre tus brazos. -dije en todo de burla. 

-Ya lo hice una vez y hermana mía necesitas una dieta urgente. -soltó una carcajada. 

Se acercó a mi, analizo mis vendajes. Soltó el arnés que se encontraba sosteniendo mi pierna en lo alto, la soltó lentamente mientras la dejaba caer en la cama, luego desconecto lo que parecía ser el suero que se encontraba en mi muñeca. No se si esto me mataria, pero de verdad queria salir de aqui, estaba cansa de estar encerrada en este lugar, me sentia tan sola pesar de que Marcus me hacía compañía todos los dias de sol a sol. Tenia que decirle lo que sentia. 

-Bien Allison, es momento de salir de este lugar -dijo mientras me cargaba para depositarme en la silla de ruedas. Podía sentir el calor de sus manos en mi espalda. 

-¿Estás seguro de esto Marcus? -pregunte mientras lo miraba a los ojos, esta vez no perdí el equilibrio ni nada, esta vez sus ojos no tenían ese brillo espectacular, estaban apagados y tristes.

-Claro que si, una locura mas, una locura menos. ¿Cual es la diferencia? - dijo mientras sonreía, pero no era su sonrisa, no era esa sonrisa típica de Marcus. 

-¿Marcus que sucede? ¿Por que actuas tan extraño? -pregunte obligando a que me diera una respuesta. 

-Nada, es solo que te has hecho daño por mi culpa, se lo que pasa cuando estamos juntos. Quería decirte hasta que salieras de aquí, pero creo que es momento. -Se sentó en la cama después de depositarse en aquella silla y poner una manta en mis piernas. -Pedí el cambio de división y te han asignado un nuevo compañero. -dijo mientras evitaba mi mirada. 

-¡Como pudiste! -grite. -Ya no quiero ir a ningún lado, menos contigo. 

-Allison. Por favor entiende, para mi es dificil fingir todo el tiempo que solo eres mi amiga o mi hermana, te necesito cerca, necesito besar tus labios de vez en cuando y llamarte amor si es necesario, porque no te quiero lejos de mi. Pero nuestros padres nos matarían. 

-De que hablas, por que si quieres hacerlo no solo lo haces antes de dejarme, de todos modos te iras. -dije, esperando que besara mis labios de una buena vez. 

-Por que no quiero dejarte de esa manera. -dijo agachando la cabeza. 

-Marcus, quédate, no es necesario que te vayas. -dije, moría por que se quedara a mi lado. 

-No puedo, tus padres me pidieron que me alejara de ti, ya te has hecho daño por mi culpa. -se levantó de la cama se acercó a mi y me beso la frente. -Ya no puedo quedarme, lo siento. 

Salió por la puerta, casi corriendo como si quisiera alejarse lo antes posible de mi, me dejo en esa silla, en ese lugar sola, ya no habia Marcus y Allison ya solo era yo y un nuevo compañero. 

Marcus se fue esa noche. 



































No Soy Una Espía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora