Capítulo 19

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-Jous?- me llamó Vero algo preocupada.

Me había quedado dormida en la mesa por el cansancio, ahora, el puré de papas estaba en mi mejilla y cabello, manchando parte de mi suéter.

-¿Estas bien, amiga?- preguntó Karol asustada.

-Si, sólo estoy algo cansada.- admití.

-Te quedaste dormida mientras te hablaba de mi nuevo novio.- se quejó Karol.

-Pues hasta yo estaba durmiendome con tan aburrida historia.- se quejó Vero comiendo de su puré.- sólo quiere sexo y se irá, como todos con los que haz estado.- aseguró ella con la boca llena de comida.

-¡Tal vez si fueras menos asquerosa y más femenina, tendrías un novio y dejarías de estar celosa de mi!- se quejó Karol molesta.

-Claro que no estoy celosa, yo tengo comida, no necesito Nada más.- sonrió Vero ampliamente.

-Gorda.

-Empalagosa.

-Fea.

-Gata.

-Ahora vuelvo.- les aseguré levantándome para dejarlas continuar y yo ir a enjuagar mi cabello.

Caminé a los baños, por los pasillos semi vacíos cuando escuché una voz detrás de mi.

-¡Jous!- me llamó Ashley acercándose a mi.

-Hola.- saludé seriamente.

-¿Como te fue en literatura?- sonrió traviesamente.

-¿Fuiste tu?- pregunté cautelosa.- ¿Como supiste que tenía ese ensayo?¿Como lo hiciste?

-Oye tranquila, haces demasiadas preguntas.- se quejó ella sonriente.- y para que sepas, yo no lo hice.

-¿Entonces quien?- pregunté teniéndome la respuesta.

-Fue Ray.- aseguró sonriente.

-Y ... ¿él como de enteró?- me quejé molesta.

-No lo sé, pero dijo que tu no lo harías y por eso lo hizo él.- aseguró ella, encogiéndose de hombros.

Por alguna razón me sentí bien, por una parte no había sacado una mala nota y además sentí a Ray cerca de mi.

Pero por otro lado, me enojaba que siguiera metiéndose en mi vida, fingiendo que se preocupaba por mi y que yo le importaba.

Aunque dentro de mi aún tenía esa duda.

¿Realmente se preocupó por mi?¿Yo le importaba?

-¿Estas bien?- preguntó Ashley preocupada.

-Si, gracias.

Salí disparada a las canchas, donde sabía que podía verlo, de seguro estaba en sus entrenamientos de basquet.

¿Quien se creía? Él mismo había aclarado, que no me metiera en su vida. Ahora era él el que estaba metiéndose en la mía.

Molesta, llegué a las canchas, todos los chicos entrenaban, incluso Ryan.

Se veía cansado, un poco fatigado, pero eso no me importó y llegué para ponerme detrás de él y cruzarme de brazos.

-Ryan.- lo llamé con voz severa.

-Hola.- me saludó cordialmente.

Se giró para mirarme y aunque estaba sonriendo, no estaba feliz, estaba fingiendo una sonrisa, yo lo conocía, o al menos, lo hice alguna vez. Sabía que esa sonrisa era forzada.

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