La Realidad De Los Sueños

1.Un día anormal

Era un día aparentemente normal, eran las 7 de la mañana, se podía ver a través de la ventana ese amanecer tan precioso de cada mañana.

Jodie como todos los días era despertada por su perro Aiden, un perro de agua con ojos verdes y pelo castaño, el cual siempre le lamía la cara para despertarla. ¡Y como no, para pedir comida!

-Basta Aiden, ¿Te comiste toda tu comida? Eres un glotón. - dijo Jodie molesta.
Aiden torció su cabeza levantó una oreja y se quedo fijamente mirándola.

Jodie se levanto para ir al instituto si no fuera por Aiden llegaría tarde, abrió su armario y se vistió con una ropa deportiva, se miró al espejo mientras se cepillaba el pelo.
Era un chica jovén de unos 16 años, ojos verdes y cabello pelirrojo, era bastante delgada y alta.

Bajó la escalera por la barandilla, ¡Siempre haciendo de las suyas! Estaba desayunado en la cocina su madre jeniffer y su madre charlot, junto a su hermanita de 2 años Lea.
-Hola chicas! Tengo mucha hambre - dijo Jodie.
Es increíble como comes --Jodie, eres igual que Aiden. - respondió Charlot mientras las otras reían.
Jodie tenia literalmente la cabeza metida en el cuenco de cereales.
Se acercó la hora de que llegara el autobús.
-Adiós, os quiero!- corrió Jodie.
Sus madres se quedaron hablando sobre ella mientras jodie montaba en el bus.
Oye jeniffer ¿no crees que deberíamos cambiar a jodie a una escuela privada? Ya sabes por...-Dijo charlot con miedo a terminar la frase.
Si Charlot no tengas miedo es tu hija nunca nos haría daño, si, es diferente a los demás suele decir no se que de sus sueños, ya no la escucho, hemos ido a todo tipo de psicólogos y dicen que no debemos contarselo a nadie, si Charlot, ella lee la mente y que cosas mas hace que no sepamos, ¿y qué? Es nuestra hija.
Charlot se fue al salón sin decir nada.
Lea, enfadada porque nadie le hacia caso como siempre era el centro de atención empezó a llorar y se tiro su comida a si misma. ¡Que chica tan loca!

Mientras Jodie entraba en el autobús, observaba todas esas miradas que le perseguían hasta su asiento, aquella mirada de esa tal luna nada mas verla ya se sabia que era una creida.¡Menuda pija! Con eso tacones y esa minifalda, acompañada de su grupo de amigas.
Mientras Jodie recorría el pasillo entusiasmada de volver a ver como cada dia a su mejor amiga Chloe, una gran bola de papel es estampó en su cara.
Jodie con un gesto inadecuado y maleducado le respondió.

Se sentó junto a Chloe la típico chica de raza negra y pelo muy rizado.

-Oye Jodie, vamos a divertirnos un poco, leele la mente a luna. - Dijo Chloe con una risa malefica.
-Pues está pensando en... ¡O por dios! En el culo de Bratt el estúpido.
Las dos jóvenes se hecharon a carcajadas mientras todos le miraban.

Chloe sabia todo sobre Jodie y sus poderes e incluso mas que sus madres. Podía leer la mente e incluso mover objetos con la mirada, se divertían tanto desabrochando el sujetador de Luna...
Pero ni Chloe sabia del poder que Jodie ocultaba un poder asombroso que tal vez no fuera un poder si no un don, un don que los demás también tenían pero ella era diferente.

Tras un día agotador de escuela y de soportar a la cascarrabias de la profesora, por fin llego a casa, nada mas ni nada menos que a las 17:03 de la tarde.
Para relajarse todos los días Jodie toca su piano con melodías tranquilizadoras y preciosas, mientras Lea juega con su oso morado.
Lea es una chica anormal, siempre este llorando so no es el centro de atención. A veces cuando Jodie se despierta se encuentra sus ojos grises mirándola fijamente.

Después de jugar con Lea y Aiden en el jardín de los Robins, llega la hora de dormir.
Es el momento favorito de Jodie, y su gran secreto.
Jodie se acomoda en la cama y duerme plácidamente, en solo un instante Jodie despierta, pero esta vez en un lugar extraño, aunque para ella es un sitio cotidiano.
Jodie se encuentra acostada en la nieve en medio de un gran bosque, justo en frente de el castillo gigante a unos 10 kilómetros, ahora allí era invierno y el castillo estaba cubierto de nieve.
El cielo era de color de la aurora.
Jodie fue caminando hasta cruzar un puente de hielo mientras saludaba a sus amigos los animales, aquello era un mundo ficticio.
Allí tenia una familia era la princesa de aquel mundo "Nyworld".
Siempre antes de terminar con su sueño de cada noche, que no era un sueño si no otro mundo, un hombre sin rostro le decía que este mundo no duraría mucho, siempre aparecía en un momento inadecuado por ejemplo cuando Jodie abraza a Aiden cuando esta nervioso.
Esa noche aquel hombre no apareció , Aiden se puso muy nerviosa y despertó.
Cada vez que está nerviosa estira su brazo a para que Aiden le lama la mano para tranquilizarse cuando tiene pesadillas.
Como siempre "Aiden" la lamió.
Te quiero.-dijo Jodie entre lágrimas.
Al amanecer Jodie se despertó pero esta vez no le despertó Aiden así que ya llegaba tarde a clase.

Levantó su vista y observó algo escrito en el espejo.
"No solo los perros lamen."
A la derecha estaba Aiden.
Muerto.
¿Si Aiden ya estaba muerto, quién lamió su mano? ¿Seria aquel hombre?

Continuará....