No Te Rindas

Capítulo 16

Cuando salimos diseñamos un mini plan para no despertar cualquier seguimiento, que consistía en ir en carros diferentes. Aparqué el coche a unas cuadras más adelante y caminé, todo se veía normal, nadie asechando. Max vivía en un apartamento ubicado en un barrio tranquilo y seguro. Llegando a la puerta pulsé el intercomunicador.

—Hey, soy yo, ábreme — Inmediatamente la puerta se abrió y me dedique a subir las escaleras, luego llegando al piso indicado toqué la puerta y ahí estaba el hombre que me quitaba el aliento con solo mirarme con esa mirada azul intensa y cariñosa, con unos maravillosos hoyuelos que definen una sonrisa perfecta. Cerró la puerta detrás de mí y me lance por su boca, al principio fue suave, pero de pronto quería sentirlo en todas partes de mi cuerpo, el beso se hizo más intenso por parte de los dos, jadee cuando me aprisionó contra la pared abriéndome levemente las piernas para apoyar su pelvis junto a la mía, mientras deslizaba sus manos por mis pechos, tocándolos apretándolos y moldeándolos. Introduje mis manos por dentro de su camiseta, eso lo impulsó a besar mi mandíbula deslizando su lengua desde mi yugular hasta detrás de mi oreja.

—Oh, Max — Gemí, eso lo tentó a quitarme la camiseta.

—Eres jodidamente hermosa, no dejo de pensar ni un solo maldito día en ti, te has vuelto parte de mi vida, eres mía, Clara, dilo — Loco por el deseo deslizó su mano por mi entrepierna tentándome.

—Oh, Dios, si... si, completamente tuya— Desesperada puse mis manos en su cinturón desabrochándolo ágilmente, pero él no me dejo hacer lo demás, me puso a horcajadas y le rodee mis piernas alrededor de su cintura, con tropiezos, jadeos y besos encontramos la cama, donde me tumbo y reí de la felicidad, por primera vez lo haría y con el hombre que amaba, por un momento me di cuenta que no era mi primera vez pero aleje mis malos pensamientos inmediatamente. Con tan solo bragas y sujetador por primera vez me sentía tímida y vulnerable, la sensación me gustaba ya que él era todo protección y amor.

—Cariño, te vez sexy como el infierno — Dijo en un gruñido mientras se deshacía de su ropa para luego ocuparse de la mía, con cada beso — Eres. Exquisita.Todo.Lo.Que.Pudiera.Desear.En.Esta.Vida — Dijo entre cada dulce beso que humedecía mi piel.

—Oh, Max — jadee — Tú eres lo mas real y maravilloso que me ha pasado — continué en voz entrecortada — y pienso que esta felicidad debe seguir así por un largo tiempo — Nublándose mi vista — ¿Dónde estabas cuando te necesite? — pregunté con coquetería.

—Siempre he estado para ti, desde la distancia nuestras almas ya se conocían y lo sabían. Ahora yo cuidaré de ti— Me besó la coronilla, mirándome a los ojos descendió por mi abdomen hasta llegar a mi Monde de Venus donde recibí un maravilloso beso que me hizo gemir como nunca, comprobó lo húmeda que estaba.

—Dios... Estas maravillosamente preparada para mí — dijo lamiéndose un poco, Dios creí morir— Prometo que seré suave al principio.

De pronto sabía lo que iba hacer y mi cuerpo empezó a temblar de una manera incontrolable y no de la emoción sino del miedo que me embargó, mi vista se volvió nublada y mis mejillas se humedecieron, cerré mis ojos muy fuerte ¡No, no! Esto no podría estar pasando, sin apenas empezar sentí el desgarrador dolor en mis entrañas que me hizo abrir los ojos y Max no estaba era él... Mi medio hermano.

— ¡NO! —Grité— No me toques— junté mis piernas y senté lo más cerca que pude al cabezal de la cama — aléjate de mi, por favor...—Rompí en sollozos desesperados.

—Oh, Dios nena, lo siento, lo siento tanto... ya pasó...— Me atrajo hacia él y me besó— no te pasará nada, solo está en tu cabeza, no importa cuánto tiempo tengamos que esperar para hacer el amor, siempre estaré para ti—Rozó mis mejillas humedecidas limpiándolas— ¿Quieres dormir? Está bien, todo estará bien— Besó mis hombros, yo solo me acosté sobre su pecho mientras él me acariciaba la espalda sin darme cuenta caí en un profundo sueño.