No ibas a dormir, no lo ibas a hacer pero ¿Cuánto tiempo durarías asi?, todo se había vuelto una rutina, aun tu cabello goteaba luego de haberte bañado y terminado de colocarte uno de los cuantas vestimentas que te había traído quien se denominaría tu secuestrador, esto era un largo vestido de casa, no era como si te importara el color, más bien te resultaba repulsivo colocarte algo traído por él, pero era eso o andar desnuda. Solo tendrías que contar hasta veinte para saber que volvería a entrar por esa puerta para asegurarte que te habías bañado –si es que salía de la habitación, no podías certificarlo- y volverte a apresar a esa cama, estabas tan agotada tanto por no querer dormir luego de haber despertado con el abrazándote, sus brazos te mantenían apretada a el, algo que te provoco arcadas al despertarte y hasta ahora fue la única vez que te agredió pero no como hubieras esperado, solo con un empujón te mando hacia el suelo, ¿Qué era lo curioso? Que se había disculpado como si hubiera cometido la peor abominación. Raro. Repulsivo. Obsesivo.
Ya tus manos no respondían al deseo de agredirlo, muchas veces lo habías hecho, cuando te tocaba el rostro terminabas arañándolo o empujándolo con toda la fuerza que tenias, es que odiabas, te producía escalofrió que te tocara el rostro, que sus manos bajaran con delicadeza por tus hombros, en otra ocasión hubiera sido acogedor pero en esta era algo que te hacia cohibir y querer quemarle la mano.
Un frio violento paso por tu cuerpo, captaste el castañear de tus dientes, estaba haciendo mucho frio. Te aferraste más a las sabanas que abrazaban tu cuerpo cuando escuchaste la puerta abriste suavemente.
-Te traje de comer pizza.
Odiabas esa voz, era tan tranquila, tan compasiva y a la vez tan tierna que lo detestabas, preferías escuchar un grito o un gruñido porque eso te haría saber que estabas en manos de este hombre por traición a la sociedad y no por el hecho de que estaba obsesionado contigo, que quería algo de ti y aunque no había ocurrido, sabias que llegaría el día en que perdería la paciencia y el control, ese día revelaría el animal que era.
Escuchaste sus pasos aproximándose y querías correr porque no querías ni tenerlo cerca, te había alejado de tu realidad sabrá Dios cuanto tiempo, ¿habían pasado días?, ¿semanas?, ¿meses?, como lo habías pensando aquí el tiempo se volvía nada, perdías la noción de todo mezclándote entre el plano de los recuerdos y los pensamientos y el plano de la realidad que no querías afrontar ni dejar que te afectara. ¿Cómo estarían tus padres?, deberían de estarse volviendo locos, tantos años separados para ahora afrontar la idea de que estabas desaparecida era mas de lo que podían asimilar, ¿Qué estaría pensando Karen?, ¿te estarían buscando? Lo menos que querías era que se obsesionaran con tu brusquedad cuando quizás no te encontraran nunca, aquí venia el pensamiento que no querías tocar... ¿Cómo estaría Justin?, empezabas a sentir como la fragancia de marcaje desaparecía de tu cuerpo, no querías que ocurría, querías permanecer con ese pedazo que te mantenía cerca de Justin, que no fuera en sueños porque apenas te despertabas volvías a la realidad y sabias que habías estado con el solo en sueños, necesitabas de esa fragancia en tu cuerpo para mantenerte ante tu juramento de fuerza.
-¡Estas palideciendo! [Escuchaste decir a Sael en pánico]
Tu primer instinto cuando sentiste a Sael llevándote a su regazo fue empujarlo, pero no lograste mucho porque el condenado era como una roca, firme y solida.
-¡Suéltame! [Gritaste]
Para tu suerte, lo hizo, esa era otra cosa, cuando lo rechazabas no insistía, se apartaba lo máximo que podía hacer era gritarte o romper algo pero de resto se quedaba tranquilo.
-¡Prefie...ro [castañeaste] mor...rirne de frio a tenert..e en mi..s bra..zos.
Si, estabas temblando y no solo era por el frio, te sentías nauseabunda, sentías esas arcadas en tu estomago de nuevo, no sabias de que era, no habías comido en... ¿tres días?, tal vez ¿seis?, no sabias nada, toda la comida que te traían la dejabas, en estas situaciones no te daba ni apetito. Te enfurruñaste más a las sabanas.
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Love Slayer ~ J.B&Tú
عاطفيةPor todo lo real, esto era una locura. Las preguntas no eran capaces ni de ser respondidas por sí misma, no conocía realmente lo que era la satisfacción de tener un escape para todo, no es que fuera a perder la poquita cordura en su mente, pero ¡No...