Prólogo

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Todo es tan complicado, jamás pensé que la vida fuera tan dura aunque no es la vida sino las personas que la forman, cada año cambio de instituto por culpa del trabajo de mi madre que siempre tiene que viajar a un lugar distinto. Dos veces hemos cambiado de país y dieciséis veces de ciudades pero eso no es lo que me aflige sino que ella apenas me quiere ver la cara.

Siempre estamos peleando porque la indiferencia de esa mujer tiene un nivel impresionante, me maldice todo el tiempo como si fuera cosa del mal, me acuerdo que de pequeña repetidas veces hacía cosas para que por fin me quisiese como una madre ama a su hija pero ni siquiera un "hola", "un ¿cómo estás?" o "¿Por qué estás llorando?", sólo sabe ignorarme como si no existiese.

Ahora que soy una adolecente no me dejo llevar ahora por ella, incluso hay veces en que llego a dudar si es mi madre así que ahora la llamo Lyric, no creo que merezca que le llamen madre aunque tal vez tampoco le gusta que la nombre así.

Lo bueno de este año es que no me tendré que quedar irritándome al lado de ella, me iré a quedar a un internado en donde espero pasarla un poco mejor que es esta casa en donde sólo hay malas vibras por parte de ella. Además más de una vez espantó a mis amigos de los otros institutos, ahora sólo mantengo contacto con ellos por celular. Siempre nos mandamos mensajes y llamamos así me puedo sentir un poco más querida y pensar que mi existencia no es sólo tener que estar aguantando los mandatos indolentes de Lyric.

Amo la noche, pero creo que me obliga a pensar mucho en mí misma cosa que podría ser bueno porque puedo responder preguntas que quizás antes no pude, sin embargo, me doy pena por mi infancia. ¿Quién podría imaginar que jamás te tomaron en cuenta? Como si fueses invisible. Me moría de hambre, más de una vez me enfermé sin que a Lyric le importase, creo que con suerte me puso un nombre y me lavaba la ropa.

Me bajo del marco de la ventana cerrándola dándole una última mirada al cielo nocturno adornado con varias estrellas y una enorme luna que tiene un color amarillento, es raro verla de ese modo casi siempre es blanca o gris. Junto ambas cortinas quedando la habitación iluminada sólo por la lámpara de mi cómoda, camino hacia mi cama observando los mensajes de mis amigos mandados dibujando una sonrisa en mi rostro ya que jamás me dejan tranquila, siempre llega algo nuevo y más de una imagen que mandan me saca algunas risas.

Miro el reloj digital de la cómoda al lado de la lámpara más cercana a mi cama para poder apagar la alarma, marca las 02:23, pensar que la próxima semana me iré al internado, por lo que me dijo Lyric se llama "Internado Sam and Sally". Busqué un poco sobre el nombre ya que no tenía nada que hacer y supe que eran unos gemelos que muy pocas personas conocen pero ambos dieron una tremenda pelea por protegerse a entre ellos cuando habitaban en la calle cuando nadie los quería. Ambos eran de cabellera castaña y ojos avellana. Por fin al tener una familiar habitaron con ellos cinco años para después que a Sally le diagnosticaran una enfermedad desconocida en ese entonces... lo diría pero se me olvidó el nombre, ella murió y Sam al no ser capaz de vivir sin ella porque no quería quedarse con el recuerdo de su gemela fallecida en la misma habitación del hospital se cortó las venas con un... ¿bisturí?... para acabar muerto tomado de la mano de su hermana.

En realidad esta historia me dio un poco de pena que incluso me cayeron algunas lágrimas, vivieron por siete años en la calle tan sólo con siete años de edad, a pesar de su edad fue capaz de hacer eso por su hermana quien murió con una sonrisa en el rostro y Sam murió con la misma sonrisa y su rostro húmedo.

Sus padres fueron quienes contaron la historia de ambos, igual lloraron por la pérdida de sus hijos adoptivos pero supieron que la fuerza de Sam por estar con su hermana hasta al final era más fuerte.

Jamás pensaré de nuevo en esto, no me gusta llorar ya que después los ojos me arden demasiado al día siguiente.

G�U


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