Perkines.

Colegio culiao

-Yapo weon déjate de wear- era como la quinta vez que le decía al Alex que dejará de molestarle. La profe nos miraba con mala cara a cada rato.
-Uy la niñita, si no quiere que lo anoten- como siempre el Alex burlandose de todo.
Lo ignore y seguí intentando prestar atención a la clase. Al menos era la última hora y después podría irme a mi casa, aparte de que estaba cagao de hambre porque en la mañana se me quedó el almuerzo en mi casa. Mala cuea nomás po.

Cuando por fin sonó el anhelado timbre empecé a ordenar mis cosas.
-Oe Andrés, vamos al 1 a ver a las chiquillas- como siempre al Manuel lo único que le interesaba eran las minas.
-Weon no, quiero puro irme a mi casa.

No es que no quisiera ver a todas esas minas con jumpers ultra cortos y apretados, pero es que de verdad quería ir a comer y descansar a mi casa. Suena entero fome, pero así es.
-Yaaapo, vamos weon. En el camino te compro un pan o alguna wea po.
El Manuel no iba a dejar de webiar hasta que le dijera que si, así que después de la propuesta del pan, acepte nomás, si igual no era mala idea.

Despues de andar en metro cagao de hambre, llegamos al famoso liceo
-Puta yapo, a qué hora salen estás minas?- Para variar el Manuel estaba más impaciente que la chucha. Yo por mi parte estaba tranquilo, con mi pan y mi juguito.
- A ti se te ocurrio venirte casi corriendo po weon- Y era verdad, porque casi todo el camino venia poco menos trotando. El Manuel mide como 1.85 y da los tremendos pasos, y yo con mis 10 centímetros menos me costaba un poco seguirle el ritmo.

Para cuando termine mi pan y mi jugo, se empezaron a dejar ver las primera javierinas saliendo del liceo.

-Mira, ahí viene la Vale- me dijo el Manuel intentando pasar piola.
La Vale era una niña que conocí en un carrete en las vacaciones de invierno, en ese carrete bailamos, lesiamos y hasta nos dimos sus besos locos por ahi. Según me contaban mis amigos y algunas amigas que teníamos en común, como que ella estaba super enganchada de mi. La cabra no era fea ni pesa ni nada, pero era de esas minas que no conocen el concepto de humildad, ni el concepto de conciencia. Era la típica mina florerito que le gustaba hacerse la interesante. No, gracias.

-Hola Andrés- Y más encima era super chillona, tenía voz de pito, pero por lo menos era una mina alegre. Se acercó y me dió un beso en la mejilla, un poco más cerca de la boca que lo normal.
- Como estai Vale? - La verdad es que no me interesaba, pero tampoco quería ser mala onda.
-Bieeeen, hace tiempo que no te veía, estai igualito a como estabai en ese carrete.
Sipo weona tonta si la wea fue como hace dos semanas.
Preferí guardarme mis comentarios, y conteste los más amable posible.
- Ah jaja sipo.

Preferí desviar mi atención a las demás féminas que iban saliendo del liceo y deje que el Manuel se entretuviera hablando con la Vale.