17. Escamas

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10k lecturas. <3

"Hola" escuché una voz infantil.
Abrí los ojos, sintiéndome desorientada.

Recordé la charla con Jon. Después de aquello había vuelto con Heath y había estado leyendo los diarios de Aemon. Me quedé fisgoneando en la biblioteca hasta que el cielo empezó a clarear. Había mandado a Elí y a su hijo a mi habitación ya que no tenía pensado dormir aquella noche, así que cuando me cansé de esperar a que Heath se despertara fui hacia el único sitio que se mantenía abierto todo el tiempo: el comedor.

Y me había quedado dormida apoyada encima de una de las largas mesas.

Levanté la cabeza lentamente una vez me había situado. Busqué a la persona que había hablado, y con los ojos entornados por culpa de la ligera luz que se reflejaba en la nieve y se colaba por la gran puerta, miré a la niña de rostro escamado que me sonreía con inocencia.

"¿Qué queréis?" Pregunté, sonando menos amigable de lo que pretendía.

"¿Estáis bien?" Curioseó la niña, la cual supuse que era la hija de Stannis por los rumores de su extraña piel.

"Sí" me limité a decir una vez me había levantado.

"¿Sois Lady Invierno?" Sus pequeños dedos jugaban con la tela del oscuro y triste vestido, mientras un mechón de pelo se escapaba de detrás de su oreja.

"¿Quién os ha dicho eso?"

"Escuché a dos hombres decir que Lady Invierno estaba durmiendo en el comedor. Parecía que os estaban buscando" explicó con inocencia, desconociendo el significado de aquel apodo.

Asentí, sin darle mayor importancia a lo que me había dicho. En el caso de que alguien me buscase, ya sabía dónde estaba.
Pensé con pereza en salir de la estancia, pero por algún motivo me había acostumbrado a estar resguardada y salir al patio me parecía una idea poco apetecible.

"¿Invierno es vuestro nombre de verdad?" Siguió preguntando la niña, esta vez tomando asiento a mi lado; y puesto que yo no tenía intención de salir, imité su acción.

"No exactamente" contesté, resignándome a pasar aquel tiempo acompañada.

"¿Por qué te llaman así, entonces?"

"¿Siempre sois tan curiosa?" Dije, sorprendiéndome por el hecho de que había empezado a tutearme y a tomar confianza muy rápido. A esto, la pequeña asintió. Por lo que, después de pensarlo, decidí contárselo. "Yo me críe aquí. Nunca he tenido muchos amigos, ni personas cercanas. Eran caras conocidas, nada más. Y como no parecían interesarse por mí, yo tampoco me interesaba por ellos. Estaba siempre tan sola y era tan arisca con todos que empezaron a compararme con el invierno: decían que era tan fría y solitaria como el invierno" expliqué, sintiendo cómo un peso se quitaba de mis hombros al dejar salir la información. "Supongo que por eso Invernalia es mi lugar" añadí.

"¿Sólo te llamaban así por eso?" Curioseó más.

"No. Pero creo que no es apropiado que escuchéis lo demás" dije, sabiendo que aquellos temas no podían tratarse con un niño.

"Oh, entiendo" contestó respetuosamente. "Aunque no creo que sea un apodo feo" sus palabras llamaron mi atención. Nunca nadie había dado una opinión positiva acerca de aquello. Así que clavé mis ojos en ella, esperando a que siguiera. "Ojalá alguien me comparase a mí con el invierno. El color blanco y azul del hielo... Es tan bonito. A lo mejor deberías hacerte un vestido así" propuso emocionada.
Su ocurrencia hizo que la comisura de mi boca se crispara.

Lady Invierno | Juego de TronosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora