Forcejee un poco con la maleta, pero al fin logre cerrarla, llene una caja de zapatos, puse mi laptop en su funda turquesa y tome mi celular. Verifiqué que no hubiera nada debajo de la cama y me volteo encontrándome a mi madre junto al marco de la puerta.
-¿Te llevas todo?- me preguntó mi madre.
-No, solo ropa, zapatos, el portátil y el móvil- le respondí viendo las cajas y maletas.
-Bien, y supongo que ahí se encuentran los muebles- me dijo mi madre con el mínimo interés.
Supongo que mis padres no estaban del todo felices con que su única hija se mudara con su mejor amiga a un departamento en el centro de la ciudad, pero a mí me parecía una gran idea.
-Sí, todo ya está allá- le respondí.
-Hija si quieres que te llevamos- dijo mi Padre por detrás de mi madre.
-No gracias, yo conduzco hasta allá, además Zayra ya me debe estar esperando, pero gracias- Le dije sonriendo y pasando entre los dos.
Me detuve en la puerta principal, gire mi cuerpo y vi a mis padres a punto de llorar, así deje el equipaje en el piso y les di un fuerte abrazo al mismo tiempo que les decía que los quería.
Subí a mi auto encendí el motor de mi Nissan March azul cielo y emprendí camino a lo que sería mi nuevo hogar.
M e detuve frente al gran portón blanco, toque el timbre y observe como un hombre uniformado, rechoncho y con mala cara se acercaba a mí.
-¿se le ofrece algo?- me dijo de mala gana.
-Sí, soy nueva me estoy mudando al departamento 5 -dije un poco insegura
-oh, Señorita lamento decirle que ese departamento se rento hace más de un mes.
-oh, enserio me parece que si era ese departamento, pero deje verifico.
Tomé mi celular y marque el número de Zayra.
-¿Qué te pasa por que no llegas?
-perdón, pero no puedo entrar porque dice que el departamento 5 ya se ha rentado y hasta donde yo me quede ese era nuestro departamento.
-oh, lo siento cambio de planes, se me ha olvidado decirte pero como el 5 no estaba disponible rente el 10.
-¿Qué ese no era el de tres habitaciones?
-sí.
- ¿y qué vamos a hacer con tres malditas habitaciones?
- ya te explico pero necesito que subas ¡ya!
-ok ya subo.
Me regrese hacia el señor.
-lo siento es el número 10- dije algo exaltada.
-oh, claro se está mudando con la otra señorita y el señor.
¿Qué señor? ¡Ningún señor estaba en los planes!- pensé Zayra tenía que explicarme y pronto.
-Si exacto, ¿podría abrirme?
- Señorita, aquí es vallet así que permítame sus llaves y yo acomodo el auto.
Le entregue las llaves y tome mi equipaje, entre al edificio y pregunte que piso quedaba el departamento 10, recibí como respuesta el número 5 así que tome el elevador.
Al llegar toque la puerta 3 veces, la puerta se abrió y me encontré con mi amiga Gaby detrás de ella.
-¡Hola! Sofía ¿Cómo estás?
-Bien Gaby, ¿me dejas entrar?
-oh, claro, pasa al fin es tu casa.
-Gracias.
Entre, era muy espacioso y grande, las paredes pintadas de color perla, caminé hacia lo que sería la sala de estar y la encontré ahí sentada en el sofá rosa sin más, deje mis maletas y me le puse enfrente.
-Me debes una explicación y una grande – le dije a mi amiga viendo fija a su cara ahora fija en la pared frente suya.
-Siéntate- me dijo como si nada.
-Pero-dije pero me interrumpió-
-Siéntate he dicho- me dijo ahora con los ojos fijos en mí.
-Bien- dije sentándome en el sillón naranja enfrente de ella
-El departamento ya se había ocupado antes de que firmáramos los papeles- dijo tomando la taza con té sobre la mesa de centro justo en medio de nosotras.
-Entonces decidí que sería bueno rentar este- dijo dando un sorbo a la taza.
-Sí bueno eso no justifica que el portero me identifique como la chica que se muda con la otra chica y el señor- dije alterada de ver como hablaba con tanta tranquilidad.
-¿Señor?, ¿Qué señor? Yo no he visto ningún señor por estos lares- dijo bajando la taza a la mesa transparente.
-Bueno supongo que se ha confundido de inquilinas- dije mucho más tranquila.
-Bueno… yo no diría señor, yo diría adulto joven- dijo volteando la mirada.
-¡¿Qué?! ¿Cómo que adulto joven?, ¡ósea que es cierto que una figura de sexo masculino se hace presente en este departamento!- Dije a los gritos
-Tranquila, no pasa nada, solo que como crees que íbamos a usar esa habitación restante, con maquillaje, zapatos, ¡NO!, Así que le puse una solución lógica a ese problema- dijo con tanta tranquilidad que hasta medio miedo pero al ver la sonrisa con picardía se me borro la simple idea de confiarme de ella.
- He invitado a alguien a vivir con nosotras- dijo con tanta simpleza que estuve de explotar por la alteración.
- ¡y de todas las personas haz decidido invitar a un hombre!, no es posible Zayra como se te ocurre, y un completo extraño, ¿estás loca?, y si nos viola o nos rapta o algo- Dije tan alterada que podría jurar que estaba más roja que un tomate.
-¡Sofía! Cálmate no es para tanto además tú lo conoces perfectamente y estoy segura que te va a encantar verlo.
-OK, OK, pero mientras no se a Daniel está bien.
-¿Por qué? ¿Qué tiene de malo Daniel?
-nada solo que no quiero ser testigo de sus actividades nocturnas.
-No, no es Daniel y además ni siquiera voy a estar en las noches porque mis turnos son en las noches.
-Bien, y donde está el susodicho invitado.
- no tarda en llegar, creo que te vas a volver loca, sabes que voy por la cámara para grabar tu reacción, debería estar en alguna de estas cajas, ya vuelvo si llega le abres – me dijo mi amiga entrando a alguno de las habitaciones para buscar la cámara.
-Sofía, ya me voy que llego tarde para comer con Brian, luego te veo- me dijo Gaby saliendo de la cocina y quitándose los audífonos, supongo que ha escuchado nada ya que me dijo lo anterior con la cara sin expresión y los ojos enfocados en el reloj.
- Si claro, luego te veo, me saludas a tu novio- le dije en tono de burla
-si si ya cállate quiero verte babeando por tu amigo sorpresa – dijo sacando la lengua enseñando el pircing de jing y jang en ella.
-¡Así que tu sabes!... dime, me, dime- le dije persiguiéndola por todo la casa.
-Yo no te voy a decir nada tienes que descubrirlo tú misma y ya me voy- dijo corriendo hacia la puerta al mismo tiempo que ponía el sofá verde limón enfrente de mí y no poderla alcanzar.
Abrió y cerró la puerta saliendo así de mi nuevo hogar, cuando logré mover el sofá de enfrente de mí y correr hacia la puerta, escuche como Zayra gritaba: ¡LA ENCONTRE!, yo giré los ojos y abrí la puerta para alcanzar a Gaby, pero no encontré a Gaby encontré a un chico de piel morena clara, ojos azules con un poco de gris, mucho más alto que yo, y el cabello negro y despeinado.
-Tú- me dijo
-Tú- le dije